martes, 4 de marzo de 2014

Josef Sudek - fotógrafo "Poeta de Praga"

Josef Sudek  fotógrafo checo (Kolin, 1896 - Praga 1976). Durante la Primera Guerra Mundial fue alistado en el ejército. En el frente italiano en 1917 herido en una explosión de granada perdió el brazo derecho. A raíz de esto no pudo seguir en su oficio de encuadernador y se concentró completamente en la fotografía que hasta entonces había sido sólo un pasatiempo. Conocido como el "Poeta de Praga", Josef Sudek es uno de los fotógrafos checos más destacados y apreciados. 








Sus primeros trabajos incluyen muchas series de la luz que incide en el interior del St. Vitus Cathederal. Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, Sudek fotografía escenas nocturnas y panoramas de Praga, el paisaje boscoso de Bohemia, y el cristal de la ventana que daba a su jardín. Su primera exposición occidental fue en la George Eastman House en 1974. Publicó 16 libros durante su vida. Nunca se presentó en las inauguraciones  y exposiciones, y pocas personas aparecen en sus fotografías. 





Laberinto en su Atelier, 1960

En los años 20 fue miembro del Círculo de Aficionados de la Fotografía de Praga. Allí conoció la obra del americano Clarence H. White y de otros fotógrafos de la época. Entre 1922 y 1924 estudió en la escuela gráfica en el taller del profesor Karel Novák. Conoció diversos estilos de trabajo y tendencias del mundo de la fotografía, pero tomó su propio camino.





En 1927 se instaló en su nuevo atelier "en el jardín", en Malá Strana, en el centro de Praga. Allí trabajó hasta su muerte en el año 1976.

"El jardincito mágico, era de verdad un jardín mágico, donde me sentía en casa y donde estaba muy a gusto."


"Ésta era en su tiempo una lámpara para ocasiones especiales, y se relacionan muchas memorias a ella," comenta Sudek de una de sus obras.


Sudek siempre utilizaba cámaras de gran formato, de hasta 30 x 40 cms. Su preferida era una vieja Kodak Panoramic de más de 50 años. Sus contemporáneos recuerdan su típica figura cubierta por un ancho capote negro, con el trípode de madera apoyado sobre su espalda.

Así salía a las calles para descubrir nuevos temas. Le llamaban el "caminador de Praga". Debido a su desventaja física, empleaba aprendices, quienes le ayudaban sobre todo cuando salía a sacar fotos de paisajes.

La temática de Sudek es muy amplia. Durante su carrera se dedicó a hacer retratos, fotografías de paisajes y ciudades, publicitarias y de objetos de uso diario.

Según Sudek, los objetos vivían sus propias vidas y con mucho gusto contaba que cuando los niños duermen, los objetos se despiertan para arreglar sus cosas en el hogar.

A través de sus fotografías contaba la historia de estos objetos, lo sucedido a ellos y al mismo tiempo les rendía homenaje. Fotografiando los objetos que pertenecían a sus amigos, se acordaba de las personas queridas y sus costumbres.



"La fotografía es rara, no debe desvelar mucho, tiene que dar pistas. No sé cómo es en otras artes, pero en la fotografía es así, debe aludir y los que la miran deben imaginarse algo detrás de ella."

Sacaba series de fotos de diferentes objetos desde cada ángulo y desde todas las perspectivas. Quería descubrir cada aspecto de estos compañeros de la vida cotidiana.

A partir del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se le limitaron las posibilidades a trabajar fuera del estudio. Entonces sacaba series de fotografías a través de una pequeña ventana de su estudio en Ujezd. Las llamaba la serie del jardín mágico.

A lo largo de decenas de años se fijaba en los más diminutos detalles de las diferentes estaciones del año y de las diferentes horas del día. Las fotografías de la ventana escondida con el velo de escarcha están llenas de poesía y ternura.








"El jardín mágico, ah ésta es la del encaje. Espero que me haya salido bien el encaje. No lo sé." Así Josef Sudek describió una de sus fotografías.


Sudek era un fotógrafo muy paciente, capaz de esperar hasta 15 minutos para realizar una toma. Usaba este método de exposición larga sobre todo en la naturaleza, amaba los árboles viejos. Los llamaba los gigantes durmientes e intentaba humanizar su aspecto.

 "La música siempre me da inspiración. No sé cómo funciona, pero es así. Escucho música y después veo una cosa y de repente me doy cuenta, que la estoy viendo hace dos años, pero sólo en ese momento, sé que si hago una foto, tendrá algo que decir."

Era un personaje profundo en todo lo que hacía. Quería conocer el último detalle de las circunstancias de la creación de la música de Leos Janácek, uno de sus compositores favoritos. Realizó un documental con fotografías sobre Hukvaldy, la ciudad natal del músico.

"Él se dedicaba a la música sinceramente. No le importaba lo que decía la gente. Si hubiera pretendido algo, se le habría reconocido. Si uno no hace algo con sinceridad, se le nota. Esto vale también para otras artes, para la escultura, la pintura, y también la fotografía, claro."

Josef Sudek murió en 1976, a los 80 años, y dejó un vasto archivo de negativos y fotografías reveladas. En su estudio se quedó a vivir su hermana, quien a raíz de su edad no consiguió mantener bien la casa y el jardín, y se deterioraron rápidamente. Después, la construcción de madera se incendió y fueron destruidos numerosos documentos irrecuperables.


Gracias a Anna Fárová, fotógrafa e historiadora de arte, quien es experta en la obra de Sudek, se consiguieron salvar muchos negativos. Fue ella quien inició la reconstrucción del estudio y la conservación del jardín en el año 2000. Hoy en día este edificio alberga el museo de Josef Sudek y una pequeña sala de exposiciones de arte fotográfico contemporáneo.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo puedo decir.. excelente.
un abrazo

Say dijo...

muchas gracias anónimo,

un abrazo

çç dijo...

al visionar el siguiente enlace recordé esta entrada

; )

abrazos

http://vimeo.com/35337531

Say dijo...


qué preciosidad, çç, qué documento más extraordinario, la Praga de Josef Sudek en 1963, mientras veo el video lo imagino aún realizando sus fotografías, en sus paseos por la ciudad, por los bosques cercanos de Bohemia, en su casa, en el jardín mágico, en su estudio lleno de libros y de objetos, escuchando una y otra vez a su compositor preferido Leos Janácek, me encanta su modo de vida, su pasión por la fotografía, la paz y la felicidad que eso le reportaba, vivir su vida, su propia vida, me encantan los que tienen el coraje de no seguir las reglas, de desobedecer la propaganda de los sistemas de estado con la estimulación constante. me encanta la gente que hace sus cosas de forma apasionada y sincera, como expresa Sudek sobre Janácek:

"Él se dedicaba a la música sinceramente. No le importaba lo que decía la gente. Si hubiera pretendido algo, se le habría reconocido. Si uno no hace algo con sinceridad, se le nota. Esto vale también para otras artes, para la escultura, la pintura, y también la fotografía, claro."

es lo que me encanta, los que no se plegan al mercantilismo hipócrita del "arte", los que van por libre, los que tienen su propia visión del mundo, los que eligen su propia forma de vivir, los que ofrecen las ondas fluctuantes del kaos y del alma de su propio mundo creativo, en lo visible único, lo que golpea el corazón, un despertador de campanas sonando sobre un plato de loza,

con las fotografías de Sudek, sólo con las pequeñas cosas de su jardín mágico la tierra se extiende en toda su inmensidad...

gracias çç, por este regalo,

un abrazo