"Recuerdo que una mañana, al levantarme al amanecer, había una sensación de posibilidad. ¿Sabes a qué me refiero? Y recuerdo que pensé para mis adentros: ¿Entonces, este es el comienzo de la felicidad? Aquí es donde comienza. Y, por supuesto, siempre habrá más. Nunca se me ocurrió que no era el principio. Era la felicidad. Era el momento. En ese momento."
Michael Cunningham, Las horas
Imagen, Britany Market
jueves, 17 de noviembre de 2011
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6 comentarios:
Creo que es como cuando metemos las manos en el mar y formando un cuenco con ellas, la recogemos. Mientras va cayendo lentamente entre los dedos, escapándose gota a gota, no somos consciente de que se va, porque pensamos que siempre podremos volver a sumergirlas y coger más.
Un beso Say
Carmela,
"porque pensamos que siempre podremos volver a sumergirlas..."
el placer de esa inmersión, la suavidad del agua...
un beso mirando las preciosas ondas que has hecho con tu comentario marino...
¡Qué buen fragmento!
pilar,
cuánto temblor dentro en esa sensación...después de haber vivido algo con un intenso sentimiento...
la antesala del paraíso, la sala de espera, es ya el paraíso, y doblemente cuando nos damos cuenta que toda felicidad es anticipo
abrazos
ana,
cuando nos damos cuenta de que "ese" momento, es el que hay que vivir desde la raiz hasta el último átomo...y después esa sensación de posibilidad es hermosa, porque como dices a veces puede ser "la antesala del paraíso".
un abrazo
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