sábado, 29 de mayo de 2010
Este es mi barco
"Todos mis buques son blancos - dijo Rhoda - No quiero los pétalos rojos de los geranios y de las malvas del huerto. Quiero pétalos blancos que floten cuando inclino el cuenco. (...) He recogido los pétalos y los he puesto a nadar. Aquí pondré un faro. Y ahora voy a balancear mi cuenco castaño de un lado a otro, para que mis barcos naveguen con oleaje. Algunos se hundirán. Algunos se estrellarán contra los arrecifes. Uno navega sólo. Este es mi barco. Penetra en las heladas cavernas en las que ladra una foca, y cadenas verdes pendientes de las estalactitas se balancean. Se alzan las olas. Sus crestas se enfurecen, fíjate en las luces de los mástiles…"
Las Olas, Virginia Woolf
Una vez me escribiste...
Carta de Franz Kafka a Felice Bauer
lunes, 24 de mayo de 2010
Nos salvará
la nieve de tu piel y de tu vida
reposan milagrosamente al lado
de un resplandor de llamas,
del amor que se enciende en más amor.
Ahora, a buscar la vida
lunes, 17 de mayo de 2010
Una piedrita diminuta
"La conciencia de las palabras", Elias Canetti
Fotografía de Steendo Essing
Retóricas vanas
dos ratones ciegos:
un ratón ciego:
un ratón ciego:
uno ciega ratones:
dos ciega ratones:
uno ciega ratones:
(...) vean como corren:
vean como corren:
vean como corren:
(...) viste alguna vez:
viste alguna vez:
viste alguna vez:
viste alguna vez:
tal cosa en tu vida:
como tres ratones ciegos:
cuatro ratones ciegos:
cinco ratones ciegos:
seis ratones ciegos:
siete ratones ciegos:
siete ratones ciegos:
seis orgullosos caminantes
cinco días de Navidad
cuatro y veinte mirlos
tres ratones ciegos. Van
una frase nominal
una frase nominal
por favor repita
parar rompe la regla
alinear los indicadores numéricos
parar rompe la regla. No.
Seguir obedece otra regla
parar rompe la regla
alinear los indicadores numéricos
¿quién ciega ratones?
una frase nominal
eso es agresión
cláusula imperativa
conducta temerosa
usando las piernas
una frase nominal
más agresión
pensamiento divergente
interrogativa
oyente involucrado
el oyente no es ciego
oyente no ratones
oyente viviente
¿son símbolos?
aprieto de humanidad
explosión de población
fuera de control
yo también
bucle infinito
mira cómo corro
mira cómo corro
(Lerner)
¿Quién ciega ratones?
Ciega ratones aquel que aburre con retóricas vanas...
Ciega ratones aquel, también, que inocula el virus de la Verdad administrando transfusiones de plasma conceptual a quienes se sienten enfermos de sin-sentido. Aquel que ofrece paraísos sistemáticos a los heridos de vida. Aquel que inyecta, como un orgullo de raza, la intelectualidad que encubre nuestra miseria: nuestra ignorancia.
Tanta es nuestra ceguera que no distinguimos quienes son, realmente, los ratones ni quién está corriendo ...
Descreer. Descreer. Eliminar el lastre de todas las creencias. Ése es el umbral del vacío, la puerta que conduce al interior que es centro y superficie.
"Contra el arte y otras imposturas" de Chantal Maillard
Fotografía de B.Berenike
sábado, 15 de mayo de 2010
Esa gran aventura
tan ajeno a tus huesos como el fósil del último invierno en el desván;
ni absurdas metamorfosis, ni vanos espejos de leyendas doradas.
Sé que preferirías ser tú misma,
esa protagonista de menudos sucesos archivados en dos o tres memorias
y en los anales azarosos del viento.
Pero tampoco puedo abandonarte a un mutilado calco de este mundo
donde estés esperándome, esperando,
junto a tus indefensas y ya sobrenaturales pertenencias
-un cuenco, un almohadón, una cesta y un plato-,
igual que una inmigrante que transporta en un fardo el fantasmal resumen del pasado.
Y qué cárcel tan pobre elegirías
si te quedaras ciega, plegada entre los bordes mezquinos de este libro
como una humilde flor, como un pálido signo que perdió su sentido.
¿No hay otro cielo allá para buscarte?
¿No hay acaso un lugar, una mágica estampa iluminada,
en esas fundaciones de papel transparente que erigieron los grandes,
ellos, los señores de la mirada larga y al trasluz,
Kipling, Mallarmé, Carroll, Eliot o Baudelaire,
para alojar a otras indescifrables criaturas como tú,
como tú prisioneras en el lazo de oscuros jeroglíficos que las ciñe a tu especie?
¿No hay una dulce abuela con manos de alhucema y mejillas de miel
bordando relicarios con aquellos escasos momentos de dicha que tuvimos,
arrancando malezas de un jardín donde se multiplica el desarraigo,
revolviendo en la olla donde vuelven a unirse las sustancias de la separación?
Te remito a ese amparo.
Pero reclamo para ti una silla en la feria de las tentaciones;
ningún trono de honor,
sino una simple silla a la intemperie para poder saltar hacia el amor:
esa gran aventura que hace rodar sus dados como abismos errantes.
El paraíso incierto y sin vivir.
Canto a Berenice (XVI), de Olga Orozco
Fotografía de Francesca Woodman
viernes, 14 de mayo de 2010
El reconocimiento de la ilusión
F. Nietzsche
Cuadro de Carl Spitzweg, Der armer poet, 1839
domingo, 9 de mayo de 2010
Mauvais Sang
De la película Mauvais Sang, Leos Carax, 1986
jueves, 6 de mayo de 2010
Abecedario
Trasfiguraciones
sábado, 1 de mayo de 2010
Delicado equilibrio
Autismo
días enteros entre las ramas del silencio. con nadie hablar. semanas, meses y años de confinamiento sin ninguna religión que salve. impedida de fe:
sublimar es una opción indigna.
paralizar el devenir. ignorar, no hacer ni puto caso al tiempo que de todas formas transcurre. lo cotidiano: un sueño malo y prolongado. la rutina: terror idiota y sin embargo insistir, con falsas ganas y forzado entusiasmo. todavía decir: no quiero, decir, nada nunca. y no poder esa mudez prestigiada.
mañana, tarde y noche inclinada hacia la fractura del sentido. quebrada reverencia que besa los pies del endiosado autismo. lo único que queda, lo mínimo que hay. sólo perdura el placer de lastimar y más luego, y después:
mundo y seres despreciados.
Andrea Gutiérrez
Imagen de Mark Heine "Heart of Light"