miércoles, 25 de enero de 2012

Un secreto para vivir

La cortadora de alambres. los síndromes de la cultura, las enfermedades fantasma. la fenomenología del cuerpo y la masacre de las impotencias éticas, el ansia de lanzar un estruendoso organigrama de destrucción para aquellos que nos esclavizan, el democrático socialismo donde los pobres han asumido su explotación, no muerdas la mano que te da de comer, no puedo hablarte de la diferencia entre tener y no tener siempre el último modelo de todo, dique roto, de tu mundo civilizado y la multiplicación de las posesiones, y el mundo de los que sólo acumulan amor con sus zapatos de plata entre los heridos ambulantes, lo inductivo de tu cuerpo en el mío, el tequila y la sal en el filo de los labios, las primeras ramas florecientes en los días oscuros, mis calcetines de lana en los países del norte, la habitación del gran terror y del desgarrador placer, una niña hambrienta, y la pregunta resuena, “si pudieras volver atrás en el tiempo, y decirle a tu propia infancia un secreto para vivir ¿cuál sería?”…

Imagen, Emily Schiffer

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Claramente el único secreto que podría servirme sería algo así como "no hagas caso a nada de lo que te digan, construye tu propia verdad, y cuanto más loca e irracional sea, mejor. El mundo te esclaviza con la razón".

Say dijo...

Bosie,
hace unos días una amiga comentaba sobre un libro preguntándose esto. yo pienso y no tengo el secreto...

una huella desde la infancia, y cómo, después de comenzar a pensar no hay vuelta atrás.

hay gente que es impermeable...pero no sé cómo lo hacen.

"Por mi parte, yo no sé nada con certeza, pero la visión de las estrellas me hace soñar" Van Gogh...pequeñas visiones para vivir.

porque como dices "el mundo te esclaviza con la razón"

Un saludo!

vera eikon dijo...

No sé, Say, ayer leí el texto, y-puede parecer ingenuo-pero si pudiera, no le diría ese secreto, porque en cuanto se lo dijera, sé que la infancia se moriría. Y yo intuyo, o sueño, que en la infancia estábamos en posesión de otros secretos mucho más valiosos. Entonces pienso que me gustaría pedirle a mi infancia que viniera, y al oído, esos bellos secretos me revelase. Un beso

soperos dijo...

say, es un texto precioso. con tu permiso, me lo voy a llevar a sopa.

gracias por escribir y preguntarnos.

abrazo
pepe

Carmela dijo...

Yo le diría, eres importante, no importa lo que sientas o te hagan sentir, eres importante y mereces ser feliz.
Un beso, Say

Angi La Fiera dijo...

Mi abuela me dijo una vez "No te preocupes por nada". Ya eramos las dos mayorcitas (ella tenía casi 100 años y yo casi 40), pero me habría gustado que me lo hubiera dicho mucho antes, cuando sentía que todo el mundo esperaba que me portara bien.

Say dijo...

vera,
quizás es que nuestra infancia viene, y al oído, nos susurra el secreto,

de niños descubrimos todo...

si supimos escapar de tantas incomprensiones y monstruos, con tanta rebeldía y visiones,

"eso" invisible y fuerte es lo que nos da el aliento para seguir...

bicos vera!

Say dijo...

pepe,
gracias a ti por la conexión, por el pensamiento que compartimos sobre la forma de estar en la vida...por no sucumbir a la trituradora social que los fascistas quieren hacer con nosotros...

gracias a soperos por estar ahí ofreciendo tanto...

un abrazo!

Say dijo...

Carmela,
vivir, amar...intentar.

un beso!

Say dijo...

Angi,
qué suerte tuviste de tener a una abuela que con pocas palabras quiso alentarte en la libertad de elegir lo que tú quisieras ser.

nuncan vienen tarde palabras así. además qué va!, no érais mayorcitas, estábais las dos en lo que no tiene edad...

un abrazo!

anamaría hurtado dijo...

seguiría en la idea de Vera de preguntarle a la infancia, o más bien de hacerle lugar a su susurro, rescatar lo que somos, esa "alma antigua de niño" como decía Lorca;el antes de cada alambrada civilizada.
En pocos trazos haces un dibujo estupendo, Say!

besos

Say dijo...

ana,
también creo que en el susurro ancestral de la infancia viene el secreto de la supervivencia, es el conocimiento de la vida "antes de cada alambrada civilizada",

un beso!