En el medio de nuestros platos de potaje
había pintada una mariposa azul
y cada mañana jugábamos a quién llegaba primero a la mariposa.
Entonces la abuela decía: 'No coman a la pobre mariposa'.
Eso nos hacía reír.
Ella siempre lo decía y siempre nos hacía reír.
Parecía un pequeño chiste tan dulce.
Yo estaba segura de que una hermosa mañana
las mariposas saldrían volando de nuestro platos
soltando la risita más diminuta del mundo
y se posarían en el gorro de la abuela.
Katherine Mansfield
Imagen, Tessa Bunney
jueves, 28 de julio de 2011
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14 comentarios:
espléndida delicadeza
así buscamos nosotros la mariposa, posada en la loza antigua de este blog: su fiereza: su íntima vibración cordial: su grito
volaremos, sin duda
pero será hacia dentro
Cuánto encanto, cuánta delicadeza....
Bico
Stalker,
volamos
y mucho...
pero será hacia dentro.
vera,
un abrazo
Bico
Qué bello es descubrir que las mariposas anidan como almas coloridas en las pequeñas cosas, en la inocencia de las cosas, y que siempre es una suerte tragarse algunas...
preciosa foto, Say!!!
abrazos y bicos
anamaría
tengo algún que otro recuerdo similar, esas alegrías inocentes de la infancia y muy cercana a mis abuelos...nada como compartir esas sanas coincidencias de sonrisa.
Besote grande Say!
hermoso, tan adentro
anamaría,
ahí en esas pequeñas cosas es donde está de verdad la vida.
... las mariposas en la inocencia de las cosas en que nos rodeamos...
un fuerte abrazo y bicos
emma,
cuántos gestos hermosos guardamos en nuestra memoria!
un beso enorme!
camino roque,
evocaciones...tan adentro y con tanta dulzura en nuestra alma.
un beso!
He leido algun que otro cuento de K. Mansfield y la verdad que me ha encantado... este poema es muy bonito tambien.
Beso!! =)
Isza,
en la recopilación "El garden party y otros cuentos" de K.Mansfield, no hay ni uno sólo que no me guste. Y en sus poemas tiene esa misma intensidad llena de impresiones y sensaciones que sabe captar de forma tan precisa. Su Diario también me gustó mucho.
Un beso!
Qué cosa tan bella... de verdad.
Susan Urich,
en Katherine Mansfield hay esos mundos pequeños...dulzura en la indagación, en los detalles...en nuestros frágiles gestos...
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