“...¿Cómo es que la ironía, la irreverencia y la rebelión no resultan liberadoras sino debilitadoras en la cultura sobre la cual intenta escribir la vanguardia actual? Una pista puede encontrarse en el hecho de que la ironía sigue con nosotros, más fuerte que nunca después de ser durante treinta años el modo dominante de expresión sofisticada. No es un modo retórico que envejezca bien. Tal como dice Hyde: “La ironía solamente se puede usar como emergencia. Prolongada en el tiempo, es la voz de los encerrados a quienes ha llegado a gustarles su celda”. Esto es porque la ironía es casi exclusivamente negativa.
Resulta singularmente poco efectiva cuando se trata de construir algo que sustituya a la hipocresía a la que desacredita. Es por eso que Hyde tiene razón cuando dice que la ironía fatiga. Los ironistas son divertidos en una fiesta pero siempre me separo de ellos como si me hubieran practicado varias intervenciaones quirúrgicas. Si todo se llena de sofisticado agotamiento sardónico uno se siente vacío y casi...oprimido.”
...la ironía nos tiraniza. Es poco satisfactoria porque resulta imposible que un ironista se defina. Cualquiera que tenga la desfachatez herética de preguntarle a un ironista qué piensa en realidad, termina pareciendo un histérico o un mojigato. Mark Leyner y su libro “My Cousin, My Gastroenteroligist”. Es un compuesto, (...) envuelto en una ironía infatigable diseñada para lograr que su tono resulte irreverene en lugar de repelente.”
David Foster Wallace, “Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer. Ensayos y opiniones”.
lunes, 18 de julio de 2011
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4 comentarios:
Yo creo que si, si te convertís en un irónico sistemático, no horrorizás a nadie. Aunque compartir a Swift habrá sido una experiencia formidable.
Ah! es que con Swift,cuando empezábamos a vislumbrar la rídiculez de la vanidad y la hipocresía circundante, aprendimos a reirnos, con una revolucionaria inocencia. No ha pasado el tiempo! Y con Gulliver en el país de los Huim, ya nos mostró la diferencia entre la compañia animal y la de los pedantes bípedos.
Hay otros irónicos que
La ironía siempre está en el filo. Cuando se convierte en sarcasmo es insoportable.
Saluto
Beatriz!,
hay algunos irónicos, sobre todo en la vida real, que tiran la piedra y esconden la mano. los imparciales que no se decantan ni a un lado ni a otro, y que dan puñaladas sin que les tiemble el pulso. todo les da igual, de todo se "rien", sobre todo de los más débiles a los que hay que ridiculizar. pero con los fuertes y poderosos no se atreven.
esa es la clase de ironía de la que habla Wallace.
Saluto y un beso!
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