martes, 24 de septiembre de 2013

Anna Karina

6 comentarios:

Anónimo dijo...

C'est à notre tour de vélo? C´est un plaisir devant la beauté découverte ce matin . Je retrouve votre regard rieur qui dit des choses à demi-mot et qui aime tant la vie dans toutes ces petites choses qui la font. Ben moi je dirais que s’il fait du vélo comme il écrit, il risque fort de se casser la tu écrit comme un chat. Aussi beau que Anna Karina. Bises!

Say dijo...

oui, :) le promenade belle, le samedi, comme les chats, il "suit les pistes cyclables mais et nous avons réussi à se faufiler entre deux lignes de voitures. ah, liberté pour voler sur des bicyclettes...

je me suis souvenu de la douceur et de la beauté et la mélancolie d'Anna Karina, et votre vélo dans ce film que j´aime ...

un baiser!

Luis González dijo...

Yo, que solo rezo al viento y a él tengo devoción, me veo en las imágenes que propones y en los bellos comentarios con los que ilustráis las fotografías. El viento de la bicicleta es sublime expresión del dios mismo porque parece exigir nuestra actuación, el pedaleo, la libertad de seguir o parar. Es un aire libre a la medida humana.

Say dijo...

qué precioso lo que dices, Luis, también yo, sólo rezo al viento y a él tengo devoción...

el viento de la bicicleta sublime que me une a los valores más arcaicos de la tierra. pedalear es el poder-visión porque nos acerca a la verdadera medida de las cosas, por eso produce esa dulce euforia, como éxtasis de la danza, pedaleamos en libertad, la libertad de seguir o avanzar, la bicicleta es un aire libre a la medida humana...

Anónimo dijo...

Es un aire libre a la medida humana

bello...
pero hay que estar en forma

saludos
rama

Say dijo...

rama,
no se necesita estar muy en forma para ir en bicicleta, pero hay gente que no le gusta pedalear y prefiere caminar, que es casi parecido...

pensar "bicicleta" es, pensar en una forma de vida respetuosa con el medio ambiente, con el planeta, que es nuestra casa y con nosotros mismos,

la bicicleta como concepto ecológico...

la bicicleta no contamina, no produce ruidos infernales del tráfico asfixiante que desde primerísima hora nos ahoga en las ciudades,

es pensar que, con formas sencillas la vida sería más habitable,

un saludo