domingo, 28 de marzo de 2010

Cúspide, Concha García


U olvidar. Hacia atrás sueño.
La rareza de un bosque en un póster
sobre la aguja del reloj. Te tuve
cuando no te tenía, corre brisa
tanto corre que ventea. Un libro
y dos páginas leídas, qué cuerpo
tienes. Ya no te quiero, qué hermoso:
ya no te quiero. Me da perplejidad
tomarte de las manos, y tus rayas
qué largas, no te vas a morir nunca.
Paseo de invierno. Es verano
fue trescientos sesenta y cinco días antes
más o menos, me miraba en el espejo
para peinarme y no amanecía.
Proyectaba aunamientos con nadie
más sola que tú. Conoces
el estertor y el declive.
Yo de fatiga, cuánto te quise.

Pormenor, Ed. Libertarias

Canción para una dama, Anne Sexton


El día de los pechos y las pequeñas caderas
la ventana acribillada por una desapacible lluvia,
lluvia arreciando como un pastor,
nos acoplamos tan cuerdas y tan locas.
Yacimos como cucharas mientras la siniestra
lluvia caía como moscas sobre nuestros labios
y sobre nuestros ojos felices y nuestras pequeñas caderas.

"La habitación está tan fría cuando llueve", dijiste
y tú, femenina, con tu flor
rezaste novenas a mis tobillos y a mis codos.
Eres un producto nacional, un poder.
Oh mi cisne, mi esclava, mi querida rosa de lana,
incluso un notario daría fe de nuestra cama
mientras me amasas y yo me elevo como el pan.

El asesino y otros poemas, Ed. Icaria

jueves, 25 de marzo de 2010

Erosión


"Cuando la autodestrucción entra en el corazón, al principio parece apenas un grano de arena"

Diarios, John Cheever

Karoline Von Günderrode


"Cuando llegamos a Geisenheim, donde pernoctamos, estuve echada en la ventana contemplando el agua que reflejaba la luna; mi cuñada estaba sentada junto a la ventana. La criada que ponía la mesa dijo: Ayer se suicidó en Winkel una hermosa dama joven que ya llevaba aquí seis semanas; estuvo paseando por la orilla del Rin, luego volvió a casa, cogió una toalla; al atardecer la buscamos en vano; a la mañana siguiente la encontraron en la orilla, debajo de unas mimbreras; había metido piedras en la toalla y se la había colgado alrededor del cuello, probablemente porque quería hundirse en el Rin, pero como se clavó el cuchillo en el corazón, se cayó de espaldas, y así la encontró un campesino, tumbada junto al Rin debajo de unos sauces en un lugar que es muy profundo. Él le arrancó el puñal del corazón y lo arrojó lleno de espanto al Rin. Los barqueros le vieron volar, entonces se acercaron y la llevaron a la ciudad.
Al principio no había escuchado, pero oí el final y exclamé: ¡Esa es la Günderrode!".
Escrito por Bettina Brentano.(1)



"...¿Dónde están tus amigos? Ninguno ha recogido para la posteridad las huellas de tu vida y de tu entusiasmo."
Achim von Arnim (2)



"Ayer leía Dartula de Ossian, y la impresión que dejó en mí fue tan placentera que sentí revivir con fuerza el viejo anhelo de morir como un héroe; se me hacía intolerable seguir viviendo, pero más intolerable aún morir de una muerte común y tranquila. Muchas veces he experimentado el poco femenino deseo de lanzarme a una feroz batalla, de morir. (...) Sólo me atrae lo salvaje, lo grande, lo esplendoroso."
Karoline von Günderrode (3)


La Günderrode yace enterrada en Winkel, junto al muro del cementerio. El lugar donde se suicidió fue más tarde arrastrado por el río. Ella misma escribió las palabras que debían figurar sobre su tumba; es un pasaje de un poeta indio, en el que ella misma introdujo leves variaciones.

"Tierra, madre mía, y tú, mi aliento, brisa,
Fuego sagrado, amigo, y tú, oh hermano, torrente,
Y tú padre mío, éter, os doy a todos con respeto
Las gracias más fervientes; con vosotros aquí abajo he vivido
Y me encamino al otro mundo, y os dejo de buen grado.
Adiós, hermano, amigo, padre y madre, adiós."

Karolina von Günderrode (1780-1806)

(1) Tres Mujeres, de Frederik Hetmann
(2)Vengo de lejos esta madrugada, de Helena Golanó

(3)En ningún lugar, en parte alguna, de Christa Wolf

Aprendiendo a vivir


Sin aviso

Tantas cosas que yo no sabía. Nunca me habían hablado, por ejemplo, de este sol duro de las tres. Tampoco me habían avisado de este ritmo tan seco de vivir, de estos martillazos de polvo. Iba a doler, me habían prevenido vagamente. Pero lo que viene a mi esperanza desde el horizonte, que al acercarse se rebela abriendo sus alas de águila sobre mí, eso no lo sabía. No sabía lo que es ser oscurecida por las grandes alas abiertas y amenazantes, un agudo pico de águila inclinado sobre mí y riendo. Y cuando en los álbumes de adolescente yo respondía con orgullo que no creía en el amor era cuando más amaba; todo eso tuve que saberlo sola. Tampoco sabía lo que trae mentir. Empecé a mentir por precaución, y nadie me avisó del peligro de ser tan precavida; porque desde entonces la mentira nunca más se despegó de mi. Y tanto mentí que empecé a mentir hasta de mi propia mentira. Y eso –aturdida ya lo sentía -, eso era decir la verdad hasta que me degradé tanto que la mentira la decía desnuda, simple, corta: yo decía la verdad en bruto.

“Aprendiendo a vivir. Y otras crónicas” Clarice Lispector
Ed. Siruela

viernes, 19 de marzo de 2010

Baladas no pagadas, de Alda Merini


Yo como vosotros fui sorprendida
mientras robaba la vida,
expulsada de mi deseo de amor.
Yo como vosotros no fui escuchada
y vi los barrotes del silencio
crecer en torno a mí y arrancarme los cabellos.
Yo como vosotros lloré,
reí, esperé.
Yo como vosotros sentí que me despojaban
de mis vestidos
y cuando en mis manos pusieron
mi vergüenza,
vergüenza comí cada día.
Yo como vosotros socorrí al enemigo,
tuve fe en mi frágil destino
y pregunté qué era el Señor,
luego de la idea de su existencia
saqué fuerza para sentir el martirio
volando a mi alrededor como paloma viva.
Yo como vosotros consumé sola el amor
alejada incluso del Cristo resurrecto.
Más como vosotros regresé a la ciencia
del dolor del hombre, que es la ciencia mía.

Baladas no pagadas, Alda Merini
Ed. La poesía, señor hidalgo

Tierra del fuego, de Adam Zagajewski


Bajo otra luz ves de repente el mundo,
las puertas de casas ajenas se entreabrirán por
un momento,
los pensamientos secretos saldrán, serán las fiestas
menos dolorosas,
más comprensible la alegría ajena,
y más bellas las caras.

Olvídate de ti, ciégate de éxtasis,
olvídate de todo, volverá así quizás
una fraternidad y una memoria más profundas,
y dirás no lo sé, no sé cómo ocurrió:
las palmeras abrieron mi corazón ansioso.

Tierra del fuego, Adam Zagajewski
Ed. Acantilado

lunes, 15 de marzo de 2010

Extranjeros para nosotros mismos, de Julia Kristeva


"El mundo no ha visto nada sagrado en la desnudez abstracta de un ser humano (...) Parece como si un ser humano que no es más que un ser humano haya perdido precisamente las cualidades que permiten a los demás tratarlo como a un semejante" (1)

"...el extranjero empieza cuando surge la conciencia de mi diferencia y termina cuando todos nos reconocemos extranjeros, rebeldes ante los lazos y las comunidades."

"...el tipo de absorción de la extranjería propuesto por nuestras sociedades se rebela como inaceptable para el individuo moderno, celoso no sólo de su diferencia nacional y ética, sino principalmente de su diferencia subjetiva, que es irreductible. El nacionalismo surgido de la revolución burguesa, se convierte en el símbolo primeramente romántico y más tarde totalitario."

"Se impone una evolución de las mentalidades para favorecer la mejor armonía de tal polivalencia. Tal vez se trate, en definitiva, de ampliar a la noción de extranjero el derecho al respeto de nuestra propia extranjería y, en suma, de lo "privado", que garantiza la libertad de las democracias. El acceso de los extranjeros a los derechos políticos con los derechos y deberes del lugar. (...) No obstante, el problema fundamental que frena estos acomodos que juristas y políticos están en vías de conseguir bajo la presión variable de las necesidades económicas nacionales es un orden más psicológico, e incluso metafísico."

"...Está surgiendo una comunidad paradójica formada por extranjeros que se aceptan en la medida en que se reconocen extranjeros para sí mismos. La sociedad multinacional sería así el resultado de un individualismo extremado, pero consciente de sus ansiedades y de sus límites, en que no se incluirían más que irreductibles dispuestos a ayudarse en su debilidad, una debilidad cuyo otro nombre es nuestra radical extranjería."

(1) Hannah Arendt, "El imperialismo"
Fotografía de Beata Bieniak

lunes, 8 de marzo de 2010

8 de Marzo


Algunas novelistas, poetas, ensayistas...escriben, denuncian, narran las circunstancias de la mujer, en las diferentes culturas y paises. Son la voz solitaria de "grupos de población sumergida". El de la mujer, ha estado y está, totalmente sumergido, en una sociedad que la ningunea, representa e interpreta según le conviene. Un homenaje a estas escritoras que batallan con sus armas, las palabras, y también a las mujeres anónimas que, cada una en su sector, en su círculo, luchan por su integridad y por extensión, por la de las demás.
Os dejo este poema de Cristina Peri Rossi. La literatura tiene sentido...

XIV

Ninguna palabra nunca
ningún discurso
-ni Freud, ni Martí-
sirvió para detener la mano
la máquina
del torturador.
Pero cuando una palabra escrita
en el margen en la página en la pared
sirve para aliviar el dolor de un torturado,
la literatura tiene sentido.

"Estado de exilio", de Cristina Peri Rossi, Ed. Visor

Genealogía, de Cristina Peri Rossi


(Safo, V. Woolf y otras)

dulces antepasadas mías
ahogadas en el mar
o suicidas en jardines imaginarios
encerradas en castillos de muros lilas
y arrogantes
espléndidas en su desafío
a la biología elemental
que hace de una mujer una paridora
antes de ser en realidad una mujer
soberbias en su soledad
y en el pequeño escándalo de sus vidas

Tienen lugar en el herbolario
junto a ejemplares raros
de diversa nervadura


"Otra vez Eros" Ed. Lumen

domingo, 7 de marzo de 2010

Poema sobre mis derechos, de June Jordan


Incluso esta noche necesito caminar y despejar
mi cabeza en relación a este poema sobre por qué no puedo
salir sin cambiarme de ropa de zapatos
ni la posición de mi cuerpo o la identidad de mi género mi edad
mi status de mujer sola al atardecer/
sola en las calles/ sola no siendo el caso/
el caso es que no puedo hacer lo que quiero
con mi propio cuerpo porque soy del sexo
equivocado de la edad equivocada del color de piel equivocado y
supón que no es aquí en la ciudad sino allá en la playa/
o en la profundidad del bosque y quisiese ir
sola mi alma ahí a divagar sobre Dios/ o
los niños o a pensar sobre el mundo/ todo eso
revelado por las estrellas y el silencio:
no podía ir y no podía pensar y no podía
quedarme ahí
sola
como lo necesito
sólo porque no puedo hacer lo que quiero con mi propio
cuerpo y
quién mierda hizo las cosas así
de este modoy en Francia dicen que si el tipo penetra
pero no eyacula entonces no me violó
y si después de acuchillarlo si después de los gritos si
después de rogarle al bastardo y si incluso después de darlecon un martillo sobre la cabeza si incluso después de eso él
y sus amigotes me fornican después de eso
entonces yo lo permití y no hubo
ninguna violación porque finalmente entiendes finalmente
me fornicaron porque yo estaba equivocada yo estaba
equivocada nuevamente por ser yo siendo yo donde estaba /equivocada
de ser quién soy
lo que es exactamente como Sudáfrica
penetrando en Namibia penetrando en
Angola y acaso eso significa quiero decir cómo sabes si
Pretoria eyacula cómo es que se reconocerá la evidencia la
prueba de la eyaculación del monster jackboot en Blacklandy si
después de Namibia y si después de Angola y si después de Zimbawe
y si después de que todos mis parientes y mujeres resistan incluso a
la auto-inmolación de las villas y si después de eso
igual perdemos qué van a decir los muchachotes reclamarán
mi aprobación:
Me Logras Seguir: Somos el pueblo equivocado de
la piel equivocada en el continente equivocado y sobre qué
diablos están todos siendo tan razonables
y de acuerdo al Times esta semana
allá por 1966 la C.I.A. decidió que tenían este problema
y el problema era un hombre llamado Nkrumah así es que
lo mataron y antes de eso fue Patrice Lumumba
y antes de eso fue mi padre en los terrenos
de mi escuela de Ivy League y mi padre con miedo
de caminar en dirección a la cafetería porque dijo que
era una equivocación de edad equivocada de piel equivocada de identidad
de género equivocada y estaba pagando mi escolaridad y
antes de eso
era mi padre diciendo que yo estaba equivocada diciendo que
debería haber sido niño porque él quería uno/ un
niño y que debiera haber tenido la piel más clara y
que debiera haber tenido el pelo más liso y que
no debería ser tan amante de los chicos que en cambio yo debería
haber sido uno/un chico y antes de eso
era mi madre implorando por una cirugía plástica para mí
mi nariz y para mis dientes frenillos y diciéndome
que suelte los libros en otras palabras
que pierdan
estoy muy interiorizada de los problemas de la C.I.A.
y los problemas de Sudáfrica y los problemas
de la Corporación Exxon y en general de los problemas
de la América blanca y los problemas de los profesores
y los predicadores y los del F.B.I. y los trabajadores
sociales y mi madre y padre personalmente/estoy muy
interiorizada de los problemas porque los problemas resultan ser
yo
yo soy la historia de la violación
yo soy la historia del rechazo a quien soy
yo soy la historia de la terrorífica encarcelación de
mí misma
yo soy la historia de los asaltos y la agresión y de ilimitados
ejércitos en contra de todo lo que quiera hacer con mi cabeza
y mi cuerpo y mi alma y
sin importar si se trata de caminar en la noche
o si se trata del amor que siento o
si se trata de la santidad de mi vagina o
de la santidad de mis fronteras nacionales o la santidad de mis líderes o la santidad
de todos y cada uno de mis deseos
que sé yo de mi personal e idiosincrásico
e indiscutiblemente solo y singular corazón
que he sido violada
porque estoy equivocada, soy del sexo equivocado la edad
equivocada la piel equivocada la nariz equivocada el pelo equivocado la
necesidad equivocada el sueño equivocado la geografía equivocada
el sastre equivocado yo
he sido el significado de la violación
he sido el problema que todos buscan
eliminar a través de la penetración
forzada con o sin la evidencia de mugre y/
pero no confundamos este poema
no es que consienta yo no me entrego así como así
a mi madre a mi padre a mis maestros al
F.B.I. a Sudáfrica a Bedford-Stuya Park Avenue a American Airlines a los ociosos
de pene erecto en las esquinas a los rastrerosen autos
no estoy equivocada: Equivocada no es mi nombre
Mi nombre es mío mío mío
y no puedo decirte quién diablos hizo las cosas así
pero sí puedo decirte que de ahora en adelante mi resistencia
mi auto-determinación simple y cotidiana y nocturna
puede muy bien costarte la vida.

Traducción: Verónica Zondek. 2006 . «June Jordan». Documentos Lingüísticos y Literarios www.humanidades.uach.cl/documentos_linguisticos/document.php?id=1295

jueves, 4 de marzo de 2010

Enciclopedia de la nieve, de Sarah Emily Miano

"Siete etapas del tratado alquímico, los siete bancales del zigurat, los siete pecados capitales, los siete signos planetarios, los siete colores de la escalera de Buda y las siete muescas del abedul del chamán de Siberia."

"El artista y el alquimista tienen la misma función, según Gastón Bachelard: extraer la materia prima atrapada en la existencia opaca."

"Mi deseo es que aceptes la llave que te he dado, que te dará acceso a mi vida entera"

"...y sacó su Biblia. Buscó el libro de Rut, su parte preferida, donde ella dice a Noemí: No me ruegues que te abandone...pues donde quiera tú fueres iré yo y dondequiera que vivieres, viviré yo...donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada. "

Una pregunta burlona, de Judy Grahn


Una pregunta burlona

“- ¿Has cometido alguna vez actos indecentes con mujeres?,

- Sí, muchos. Soy culpable de permitir que mujeres suicidas murieran ante mis ojos o mis oídos o en mis manos porque pensé que no podía hacer nada, soy culpable de abandonar a una prostituta que puso un cuchillo en la garganta de mi amiga para evitar que nos fuéramos, porque no íbamos a dormir con ella, pensamos que era vieja y gorda y fea; soy culpable de no haberla amado, a ella, que me necesitaba; me lamento de todas aquellas mujeres con las que no he dormido, o a las que no he consolado, que se separaron de mí por falta de algo por lo que yo no había tenido el valor de luchar, por nosotras, nuestra vida, nuestro planeta, nuestra ciudad, nuestra carne y patatas, nuestro amor. Estos son actos indecentes, la falta de valor, la falta de cierto fuego tras los ojos, que es simbólico, del puño alzado, de compartir los recursos, de una resistencia que le dice a la muerte que morirá de hambre por carecer de nuestras carnes, de nuestras sobras. Sí, he cometido actos de indecencia con mujeres y la mayoría fueron actos de omisión. Los lamento amargamente.”


(Judy Grahn, trad. Mª Soledad Sánchez)