lunes, 16 de septiembre de 2013

Nannarella


“Déjamelas todas. No me quites una sola arruga. He tardado una vida para ganármelas” (Anna Magnani al maquillador, antes de un rodaje). 
Nannarella, como la llamaban sus fans, no necesitó parecer para “ser”. y tampoco la belleza perfecta para desplegar sensualidad. le bastaron esa mirada encendida, los cabellos revueltos, su voz y temperamento…

“En Trastevere soy Nannarella, la real, malhablada y descuidada. Entre los aromas y sabores de sus restaurantes encuentro mi doble cara, en perenne oscilación entre el llanto inconsolable y la risa incontrolable”

Imagen, Anna Magnani por Herbert List, en el Jardín de su casa de campo, San Felice, Italia, 1950

2 comentarios:

Beatriz dijo...

Say, es verdad, igualito, igualito que las actrices de ahora. La mayoría de ellas no llegan a los treinta y ya comienzan sus adicciones con el quirófano. Entre las operaciones y el bótox, sus rostros parecen inexpresivas máscaras, la verdad algunas dan un poco de repulús, uy!
Pina Bausch es especial,ya recuerdo cuando me cuentas cómo te emociónó la primera vez que la viste en aquellos tiempos libres y hermosos de Barcelona. Emmanuelle Riva qué magistral en Hiroshima mon amour. En la película de Haneke, Amour, está admirable.
Bisous!!!

Say dijo...

buenos días, Bea!
es cierto lo que dices sobre la obsesión por la cirugía estética que hay en estos tiempos.

cuando veo a ciertas mujeres operadas de esa manera, viene a mi mente la novela de Oscar Wilde, "El retrato de Dorian Gray", imagino el retrato de esos rostros en el sótano envejeciendo, como ocurría con el de Dorian, el personaje de la novela, es una novela que cuando la leí con 10 u 11 años me impactó muchísimo.


desde la tarde de los dvd,s que pasamos viendo películas y hablando de tantas cosas, tenía ganas de subir algo sobre estas tres hermosas mujeres, y de las otras pelis que revisamos de Tarkovski y Bergman, y Kieślowski otra vez,... y más, y más también dedicaré algo otro día...

muchos besos, grandes grandes!