sábado, 9 de junio de 2012

Vicente Huidobro, Altazor o el viaje en paracaídas


“Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
“Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
“Una tarde, cogí mi paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas.» He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
«Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
     Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
     Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo y reconstituido, pero indiscutible.”

“Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
     Digo siempre adiós, y me quedo.”

“Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
     Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
     Ámame.”
     Y heme aquí, solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
“Ah, qué hermoso..., qué hermoso.
     Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.
     Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.”

Vicente Huidobro. Altazor o el viaje en paracaidas. Poema de VII cantos. Prefacio (fragmentos)
Imagen, M.Krumins

10 comentarios:

stalker dijo...

el pequeño huérfano de los naufragios anónimos... el fragmento me habla de una soledad gozosa, quizá de un íntimo satori compartido en el eje del mundO (ahí donde confluye la fuerza desiderativa que el ser humano acumula, y el hambre y la tenura entregadas en esa fragilidad, en esa encrucijada)

"Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes"

sólo una lengua anegada en soledad, empapada en dulce víscera convulsa, podría latir así, alimentada por los vasos celestes comunicantes: una lengua de deseo que formara nube, delicada nube que se cierne sobre la orfandad...

me hiciste recordar cómo leí Altazor hace muchos años y me diste ganas de regresar a ese "oriente legítimo y reconstituido"...

un abrazo!

Say dijo...

stalker,
también leí este libro hace muchos años, y mi viaje en paracaídas por los siete planetas me dejó maravillada. mis mundos, que no existían en este mundo, sólo en mi imaginación, existían en otros que también los inventaban. rompiendo sintaxis, modificando significados...niños, corazones, montañas, rosas, miel de osos envenenados, entierros aéreos, lágrimas, ladridos de perro inconsolable, el mar durmiente detrás de un árbol, los molinos...lenguaje, balbuceo, disonancias, sonidos de pájaro, de hojas, de animal...

es ese cielo obscuro por donde volamos solos,

es la caída....

con las únicas alas del amor, del deseo y de la imaginación...

por eso stalker, es como dices, "el pequeño huérfano de los naufragios anónimos...",

fragmentos que hablan de soledad "y el hambre y la ternura entregadas en esa fragilidad, en esa encrucijada"

"Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes"

"sólo una lengua anegada en soledad, empapada en dulce víscera convulsa, podría latir así, alimentada por los vasos celestes comunicantes: una lengua de deseo que formara nube, delicada nube que se cierne sobre la orfandad..."

palabras que se desplazan por nuestras venas...

un fuerte abrazo querido búfalo!

Anónimo dijo...

Una maravilla de recuerdos con este poema...y esta cita:

"Así es como sobreviven los agotados" John Berger, y esta cita, me hacen detenerme en tu precioso blog, para dejar huella de mi paso.


anónima

Say dijo...

anónima,
me alegra tu paso por aquí,

y que sea el poema, la atmósfera del poema y la cita de Berger lo que te ha hecho detenerte,

gracias,

un saludo

Lola Torres Bañuls dijo...

La primera vez que leí Altazor fue como una explosión de poesía sobre mi. Me impacto muchisimo. Es una preciosidad.

Gracias por recordarmelo.

Say dijo...

Lola,
a mí me pasó igual.

y aunque hizo muchos años que lo leí, quise traerlo aquí como recuerdo de la sensación que ese viaje poético dejó en mis propios vuelos de paracaidista loquilla y naufragada.

y me recordaba tanto a cuando era muy pequeña, muy pequeña con mi madre que me contaba cosas de viajes en globo...

no lo has podido expresar mejor, Lola,

al leerlo,

"fue como una explosión de poesía sobre mí"

un beso, querida ave zancuda

anamaría hurtado dijo...

es tan bello, que duele allí en el eje donde se juntan el día y la noche, allí donde los cabellos necesitan ternura,allí donde las miradas son alambre para las golondrinas...
todos los horizontes se atan como flores a las alas de Altazor

Say dijo...

fugitivas soñando sobre las alas de Altazor, en la mirada, las montañas, los ríos, las selvas, los barcos, las flores. siluetas de las golondrinas descansando sobre el alambre en el horizonte, derramando flores en brillantes de luz...

anamaría, estoy tejiendo un largo bramante de rayos luminosos para hacerte llegar las flores que tengo en mis manos, para ti.

Amapola Invernal - Mariposa traicionera dijo...

es que me fascina, me fascina simplemente el Prefacio de Altazor o el Viaje en Paracaídas ¡ Alucinante !

Say dijo...

es verdad, Amapola Invernal, Huidobro es fascinante y su Altazor o el Viaje en Paracaídas, alucinante. simplemente fascina cómo se las arregló para poner en palabras y frases delicadas todos los matices de la emoción, una historia alucinante de viaje en el tiempo que se dobla como una melancólica fábula sobre la memoria, la pérdida, la infancia, y el destino...este lenguaje de la poesía que se arrastra hacia delante...bendición poética...la oscuridad perpetua de la vida liberada con un fugitivo relámpago...