sábado, 23 de junio de 2012

Colonia Penitenciaria

 “El individuo también es responsable de su obediencia”  Hannah Arendt

Kafka una vez caracterizó sus escritos como “un abandono de la fila de asesinos”, y como “una observación de los hechos”. Deseaba que sus escritos “...rompieran todos los sellos hasta las máximas profundidades”.

En muchas de sus obras describe este mundo de crueldades judiciales. Y cómo leyes absurdas, de orden y servidumbre, de morales y máximas del patriarcado, se ha inoculado sobre la propia piel de todos nosotros. “honra a tus superiores”. 

Fue coherente en su actitud de desafío, con acción. Franz Kafka ejerció profesionalmente como agente de seguros. En una de las empresas donde trabajó, el Instituto de Seguros de Accidentes Laborales del Reino de Bohemia, "Una vez un viejo guardagujas, que había perdido una pierna bajo un carro elevador, estaba a punto de recibir una pensión insignificante de la aseguradora. Había interpuesto una denuncia, pero la había formulado de manera equivocada, incorrecta". El hombre habría perdido sin más el proceso, si en el último momento no hubiese recibido la visita de un reconocido abogado de Praga, especialmente enviado, aconsejado y pagado por Kafka, de modo que él, como representante del Instituto de Seguros contra los accidentes laborales, "pudiese perder de manera honorable el proceso contra el viejo guardagujas".

2 comentarios:

Darío dijo...

Este es terrible. Me causa tanta impotencia como el sacrificio de El Proceso...

Say dijo...

El Proceso, donde la mentira se convierte en ley, en principio universal.

Kafka, en sus relatos, nos describe el absurdo de los sistemas establecidos. Quiere romper el orden mundial.

Pero ya vemos que la gente no se conciencia mucho. Se acomodan en la galera en su papel de esclavos y a remar, a remar, como ordena el papá Estado.

Y, es cierto, Darío, causa mucha impotencia que las cosas no hayan cambiado,

que todo esté atado y bien atado, como decía un Excelentísimo Dictador.