jueves, 2 de diciembre de 2010

Hablar de ti y de mí


"Quien se arranca el corazón del pecho hacia la noche y lo lanza hacia lo alto,
ése no yerra el blanco,
ése lapida la piedra"

Paul Celan, Amapola y Memoria

Imagen, fotograma de La Notte, Antonioni

8 comentarios:

Darío dijo...

Voy a intentar arrancar mi corazón y lanzarlo. Hay una piedra que me lapida.

Say dijo...

El que lanza el corazón, ese no yerra el blanco...

EG dijo...

pero qué miedo da

Stalker dijo...

Bella intersección entre Antonioni y Celan (dos de mis favoritos siempre),

y ahora pienso en las mujeres que aparecen en la trilogía del silencio y en cómo avanzan desentrañadas, con el corazón arrojado al cielo, buscando un hilo de saliva, un rastro, una huella que las mantenga en el mundo. Rostros que se demudan y corazones fugados, lapidados, en un mundo -todo hay que decirlo- regido por una inmisericorde lógica masculina (recordemos "El Eclipse" y cómo él se afana en la Bolsa mientras ella se abandona, lánguida, a una columna: todo aquel ajetreo viril le parece ridículo, el ruido del mundo, el mundo de los hombres gregarios, depredadores, brutales, le resulta terriblemente ajeno. Monica Vitti (Claudia) lapida su piedra y busca un corazón que engastar en su latido -y no al revés-, porque ella vive en el ritmo, es puro contenido falto de un continente quizá; buscar el corazón sería entrañarse, habiar la extraña ferocidad de estar vivos),

gracias,

abrazos

Say dijo...

emma,
pero es que si no viene el desierto...

Cuando el corazón vive de forma feroz y salvaje...todo se llena de aliento...

Say dijo...

Stalker,
me encanta Antonioni. La forma en que supo captar la incomunicación, la soledad y el desasosiego desesperado que sienten las mujeres, ávidas de otra forma de amar, de otra forma de vivir los sentimientos en la pareja. Esa brutalidad masculina y esa incomprensión de la que habla en la “trilogía de los sentimientos”: La Aventura, La Noche y El Eclipse. Pero también en El Desierto Rojo, Monica Vitti deambulando, "con el corazón arrojado al cielo, buscando un hilo de saliva, un rastro, una huella que las mantenga en el mundo". Antonioni supo transmitir el desesperado abismo existencial de la mujer que no encuentra su lugar en un mundo "regido por una inmisericorde lógica masculina".

Stalker, me ha gustado muchísimo tu comentario.

Un abrazo

marcela dijo...

Dos de mis hombres favoritos, de esos que sabían que la mujer lanza el corazón. Casi siempre yerra...
Besos

Say dijo...

marcela,
a mí me pasa lo mismo, me gusta la forma en que los dos describen el sentimiento existencial y la imposibilidad de la comunicación. Las mujeres nombradas por Celan, ese Tú, presente en casi todos sus poemas, podemos verlos en los personajes femeninos, tan llenos, de Antonioni.


Quien se arranca el corazón y lo lanza, no yerra...aunque yerre. Ese es el camino.

Un beso