miércoles, 7 de julio de 2010
Señales
“Abro mi ventana, y la habitación se llena de suciedad blanca. Creo que Dios debe estar limpiando el polvo; y sopla el viento, así que espero leer en The Republican “Señales de alerta para Amhers”o “ Ningún barco ha zarpado de Phoenix Row” …la vida es tan rotatoria que el desierto le toca a cada uno alguna vez."
Emily Dickinson
Fragmento de una carta dirigida a Louis y Frances Nocross
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Precioso!!! pude sentir estar ahí...
síi...esa suciedad blanca que nos envuelve y nos ilumina y nos mece en la melancolía y nos vislumbra algo...algo...algo...
Más que bello, parece el inicio de lo inquietante, de lo que es, y de lo que se siente.
Un abrazo, me encanta tú blog
"La extraña encrucijada
en la ruta del Ser estaba cerca",E.Dickinson
marcela, es inquietante...ese extraño cúmulo de lejanías de nosotros mismos...y el insoslayable desierto...
Un abrazo
"La vida es tan rotatoria que el desierto le toca a cada uno alguna vez"
Me temo que más de una vez. De hecho, quizá la vida es una sucesión de intrusiones del desierto en nuestro yo y cómo alojamos, acogemos o nos defendemos de ese desierto. Los contrafuertes de la interioridad, las fluctuaciones psíquicas apenas aciertan a detener la incontenible arena: tenemos demasiadas fisuras, estamos demasiado, escindidos, disociados, fragmentados.
Hay una película maravillosa, "Sunna no onna" (La mujer de la arena), de Teshigahara, que habla de ese habitar del desierto, del lento infiltrarse de la arena que cuestiona los cimientos minuciosos y obsesivos de toda una vida...
Es extraño que en Emily Dickinson me duelan tanto sus palabras. Sufro por ella, por ella, que ya no existe. Y es extraña esta compasión diferida, atemporal, acaso absurda. Imagino que soy capaz de enviarle algo al pasado, un verso, una flor, o mejor un dibujo, para amortiguar, cauterizar, acallar, calmar.
Poder enviarle un dibujo que le proporcione algo de paz y descanso, algo así estaría bien.
Te quería contar que estoy en la alta Navarra, en aquellos valles increíbles. Ya he hecho la primera incursión al bosque, y el bosque me ha reconocido como su alimaña. Aquí todo es hermoso y todo parece transparente, sencillo; es abajo, en las ciudades ominosas, donde lo complicamos y destruimos todo.
Regresar al animal ("allí donde mi centro es alimaña", Ch.M. dixit) y aquietar las aguas encrespadas de la mente, y atender el leve murmullo de todo lo que vive, ésa es la consigna.
He estado una hora mirando la evolución de los caballitos del diablo junto a un río. Son seres híbridos: mitad libélulas, mitad mariposas, habitan el generoso espacio del "entre". Planean, trazan figuras geométricas bellísimas, danzan.
Aprender a hibridarse, también así,
abrazos
Stalker,
el desierto nos toca más de una vez...y "los contrafuertes de la interioridad", a veces, son demasiado frágiles para tanta arena...
También me pasa con E. Dickinson como a ti. Es imposible no sentirla en cada imagen, sensación, dolor, soledad, sed, anhelo...y que su misteriosa sensibilidad nos transmite en unos versos donde cada palabra vive. Nos revela su mundo de forma tan verdadera y valiente. Y con tal belleza...
La película "Sunna no onna" (La mujer de la arena), de Teshigahara, la voy a buscar. Creo que me gustará mucho. Gracias por mencionarla.
En la alta Navarra...donde conozco tantos caminos en los bosques...seguramente nuestros pasos se han enlazado sobre aquella tierra en la que ahora estás...en el camino hacia Orbaizeta...en la fábrica abandonada...
Y es verdad, es aquí en las ciudades donde todo se hace irrespirable. Hemos llegado a destrozarlo y creo ya, de manera irremediable. Y aquí en Barcelona es insufrible con estos políticos extremadamente mediocres, analfabetos e insoportables. En lo que lo han convertido todo...
Yo voy al pirineo navarro por lo menos dos veces cada año. Sirve para oxigenarse y poder seguir...
Qué viaje sensorial hermoso he vivido contigo...también he mirado durante una hora "los caballitos del diablo junto a un río"...y he danzado pensándome que era una libélula...pero luego me veía como una mariposa...en cada vuelo un ser distinto...híbrido...como somos por dentro...
Un abrazo
La fotografía... ¿es tuya? Es preciosa esa forma de recoger las cortinas. Y todo lo demás.
Un abrazo.
La forma de recoger las cortinas...
A veces me "regañaron" por "esos nudos"...
Pero siempre las cortinas que he recogido en todas las ventanas por las que he mirado ha sido así...
Un abrazo
Es extraño que nos riñan a veces por las cosas que mejor hacemos, es decir, por las que hacemos con la imaginación en libertad. Me alegro de que no hayas dejado de recoger así las cortinas.
Un beso.
Es verdad, siempre riñéndonos por lo "rara" que una es: "si tienes los rieles y los ganchos"...dicen...pero los rieles y los ganchos no nos sirven. En nuestro mundo las cosas se hacen de otra manera. Es inevitable. Sale solo. Las manos...la mirada....
Las críticas y demás retahílas no nos importan nada...
Un beso
Publicar un comentario