viernes, 30 de julio de 2010

A lo lejos, el mar...


"No hay tristezas
ni hay alegrías
en nuestra vida.
Sepamos así,
sabios incautos,
nunca vivirla,
más recorrerla,
serenos, plácidos,
teniendo a los niños
como maestros,
y con los ojos llenos
de Naturaleza..."
Fernando Pessoa, fragmento del poema "Maestro son plácidas" en voz de Ricardo Reis
Imagen de Dorothea Lange

13 comentarios:

EG dijo...

con el paso de mis años cada día me enternecen mas las fotos de los niños, será que noto a la distancia la niña que fui y que sigo siendo?

Stalker dijo...

Say:

amo a Fernando Pessoa y sus lecciones de inquietud. Nadie como él para inducirnos a un desasosiego fecundo.

Aquí nos pide que no sepamos vivir la vida, que la recorramos. Y aunque el poema parece desesperado, producto de un espíritu hiper-sensible (y qué poco ayuda "esa" sensibilidad a vivir en el mundo), en realidad oculta una poderosa lección de vida. Nos pide abandonar el saber, el saber de la vida, y acercarnos a ella, recorrerla. Es decir: saborearla, sin saberla, sin nombrarla. Abdicar de toda tentación teórica y dar el salto al vertiginoso ahora, al instante inagotable.

O al menos así he querido leer este poema. Aprender de los niños y tener los ojos llenos de naturaleza.

El juego y la lentitud, conjugados: una posibilidad de salvación.

abrazos

Stalker dijo...

Olvidé una cosa: muchas veces tus entradas ocurren de dos en dos, como sistemas estelares binarios o un planeta con su satélite. Me gusta imaginar qué fuerzas de gravedad unen ambas entradas simultáneas: cuál es el planeta, cuál el satélite, la trayectoria de la danza conjunta.

Pero aquí son tres elementos: planeta y dos satélites. O quizá son tres satélites cuyas órbitas se entrelazan y danzan, danzan más allá de lo visible y lo interpretable.

Ese entrelazarse y esa danza es, también, el comienzo del acto poético, creo

otro abrazo

PÁJARO DE CHINA dijo...

Copiado a mano por mi compañero, con esa caligrafía que reconocería entre todas las de este mundo, colgado en un marco antiguo y desgastado en la cocina de casa:

"Segue o teu destino
Rega as tuas plantas
Ama as tuas rosas

O resto é sombra
De árvores alheias

A realidade
Sei que é mais ou menos
Do que nós queremos
Só nos somos sempre
Iguais a nos proprios

Suave e viver só
Grande e nobre é sempre
Viver simplesmente
Deixa a dor nas aras
Como ex-voto aos deuses

Ve de longe a vida
Nunca a interrogues
A resposta está além dos deuses

Mas serenamente
Imita o Olimpo
No teu coracao
Os deuses sao deuses
Porque nao se pensam"

Tengo estas palabras frente a mí, cada día, con los acentos que el teclado me roba, para no olvidarlas.

¿Qué está viendo esa nena? ¿A qué se asoma en la ruta desierta y con el vestido sucio? Que vea cartas, mapas, promesas que alguna vez se cumplan.

Besos, Say (beso también tu bisturí delicadísimo)

Say dijo...

emmagunst,
los niños que vemos somos nosotros. Nos reconocemos en ellos. Por eso nos identificamos tanto en las imágenes.

Tenemos nostalgia de la sabiduría tan salvaje, natural y valiente que teníamos de niñas y que vamos perdiendo o hemos perdido.

Sólo la mirada de esa niña llena de "naturaleza" silvestre, selvática, indómita, nos podrá salvar.


Un beso, emmagunst, repleto de locura infantil...

Say dijo...

Stalker,
claro!!. También he interpretado el poema de la misma forma que tú. Como una exultante lección de vida. No vivir la vida, tan cargados de desasosiegos siempre por "esa" ¡huy, molesta sensibilidad:) sino recorrerla, como hacíamos de niños, sin saberla, a lo despojado, a lo salvaje.

Fernando Pessoa ES "una poderosa lección de vida".

El juego y la lentitud. Como esos niños que juegan en tierras del sur yermas, áridas, secas.

La niña somada al buzón, a lo lejos, quizá vea el mar...o la infinidad de cosas mágicas que se ven con infantil e incauta tranquilidad...

Stalker,
es cierto. Mis entradas siempre tienen conexiones invisibles que se entrelazan entre ellas. Luz reflejada y sombra iluminada.
Unas veces satélites danzando en su danza dándose la mano. Otras, planeta visible y satélite que gira lunático e influyente.

¡En qué buen y precioso elemento celeste has entrevisto la dinámica de mis entradas!

Gracias por esa visión.

Un fuerte abrazo

marcela dijo...

Pessoa=Persona.
El hombre que escribía sin poder dedicarse a otra cosa, por necesidad, por soledad, por miedo.
Tus delicadas entradas hacen mi vida un poco mejor.
Un abrazo

Say dijo...

Pájaro,

"Suave e viver só
Grande e nobre é sempre
Viver simplesmente..."

La caligrafía de tu compañero...palabras copiadas a mano...

El marco antiguo y desgastado como la evidencia del amor en el tiempo. Como insurgencia a las temporalidades impuestas de estos nuevos tiempos.

Me emociona la imagen.

Pájaro Mariel, yo también tengo palabras grandes en las paredes. Que miro y leo. Y esa luz me impulsa y me detiene y me alza. Por eso comprendo la inmensa serenidad y fuerza que te produce esa visión frente a ti, mientras escribes.

"Segue o teu destino
Rega as tuas plantas
Ama as tuas rosas..."


"Ve de longe a vida
Nunca a interrogues
A resposta está além dos deuses"

“Así olvidaron los hombres que todas las deidades residen en el corazón". William Blake

Mariel, la niña ¿qué verá?

"Que vea cartas, mapas, promesas que alguna vez se cumplan"

Un beso, de una niña con el vestido sucio y las manos llenas de tierra...para un pájaro que vuela libre y deslumbra con su plumaje luminoso...

Say dijo...

marcela,
a Pessoa le pasa como a Kafka. No pueden dedicarse a otra cosa que a escribir.

Y cómo se lo agradecemos sus amigos.

Ellos nos dan su desesperación y su anhelo en palabras luminosas. Y suavemente, nos indican que se puede vivir con la libertad extrema y extravaganvante en que uno ha ideado su vida.

Un abrazo

Darío dijo...

Eso mismo! Aprender de los niños, envejeciendo...

Say dijo...

Pulgarcito,
cuanto más tiempo añadimos a nuestra vida, más viene el niño que fuimos, que somos, para "avisarnos". Para decirnos que seamos como éramos antes: soñadores, rebeldes, locos, sabios, valientes...

Lectora dijo...

Es curioso como los opuestos a veces se tocan. ¿Quien entre la Comunidad del Anillo es más semejante a un niño sino Frodo, tanto en aspecto como en espíritu? y sin embargo es el destinado a ser el portador del Anillo cargando sobre sus espaldas el más peligroso reto.
Arquetipos sueltos que quizás significan fases del conocimiento humano, la imagen del anciano venerable como icono de la sabiduría es posible que deba convertirse en Niño para poder Ver realmente? es decir olvidarlo todo y volver a mirar?
Ya lo dijo otro "si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos".

Esa actitud parece contrapuesta con el orgullo prometeico, o tal vez sean distintas fases.
Tanto en las religiones como en la Alquimia el Niño es la máxima expresión de lo Sagrado.

Say dijo...

Sonja,
en la actitud prometeica no hay orgullo, es desafío. Ningún miedo a los dioses. Es el niño el que realiza las "hazañas" en la vida, con la actitud de alcanzar lo que los dioses no quieren ofrecer. Es una actitud valiente la de los prometeos.

En la Comunidad del Anillo por eso Frodo,el más semejante a un niño, carga sobre sus espaldas el más peligroso reto.
Bonita referencia, la de Tolkien.

En cuanto a quello que dijo "el otro": "si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos".

Yo, no querría entrar "en ese Reino de los Cielos".

Al final, con mezclarme en Naturaleza ya tengo bastante.