LA ARQUITECTURA DEL DESEO
El deseo: nefasta construcción, sin indicios de habitabilidad, que se levanta dentro del cuerpo sin cimientos previos. (¿Quién podía intuir tantos solares aptos y replegados?)
El deseo: laberinto con una instalación de alarmas que traicionan.
El deseo: laberinto enmarañándose desde un roce de lenguas hasta un mar que inunda islas.Insiste el laberinto. Luces impenetrables y un sopor amarillo van cegando los corredores. No hay monstruo más hermoso que el amor acosado.
Aurora Luque, “La metamorfosis incesante” 1994
Imagen, Dante Gabriel Rossetti
4 comentarios:
Me encanta esa pintura, de hecho hace unos días la subí a mi blog, aunque su historia es bastante triste.
Guzz,
a mí también me encanta esta pintura. Su fuerte misticismo y sensualidad me inspiraron para unirlo a este poema.
En los poemas desenterrados de la tumba de Lizzie, donde Rosseti describe con tanto erotismo los momentos físicos del amor me recordaron la arquitectura del deseo.
Me gusta mucho tu entrada sobre Dante Gabriel Rossetti, y que junto a su pintura incluyeras uno de sus poemas.
Un abrazo
Que imagen impresionante.
Y ese monstruo, que en verdad trae miedo...
Curiyú,
un monstruo deseado y deseante que nos lleva hacia el laberinto...
Publicar un comentario