jueves, 8 de agosto de 2013

ayudando a un amigo

4 comentarios:

Carmela dijo...

Siempre me gustaron, pero hasta ahora no tuve uno, desde enero mi vida ha cambiado. Es un amor de perrita que te dan el 200% de lo que una puede darle. Es maravillosa y me hace muchísima compañía, sabe como me siento, como estoy de humor, y siempre, siempre tiene su rabito en movimiento diciéndote lo que te quiere.
Un beso, Say

Darío dijo...

Ja! Qué ternura... Usted, siempre niña.

Say dijo...

Darío,
la niña está ahí, me hace feliz, y en mi espalda siento el dulce peso de esas maravillosas patas de perro...

Say dijo...

Carmela,
te entiendo, afortunadamente, desde pequeña siempre me acompañaron perros y gatos, son amigos, compañeros y en muchas ocasiones salvadores,

es cierto lo que dices sobre ellos, entienden todo tanto, su intuición es tan impresionante que a veces pienso que son infinitamente más inteligentes que los humanos,

yo, dentro muy poco tendré sobre mí, a mi perra y mi gato, Duna y Silver, que durante un tiempo, por cuestiones laborales me los cuida mi hermana.

imaginar que los voy a ver pronto, me da un cosquilleo de felicidad...me encanta cuando Duna me derriba cuando llego a casa, o cuando cae la baba sobre mi almohada cuando dormimos juntas, junto con Silver, que es lo más gracioso, dulce, y listo del mundo...y Duna es buenísima y tan llena de dulzura que muchas veces me hace llorar...

Carmela, amo muchísimo a los animales que nos dan continuamente lecciones de dignidad y amor,

un beso