miércoles, 2 de enero de 2013


Jim Dine, Un corazón en la Rue de Grenelle

4 comentarios:

stalker dijo...

precioso, tan sencillo, parece el corazón de la infancia, ésa que surge ante nosotros, recreada por el anhelo, por la predisposición al regazo y la caída lenta hacia el centro de nosotros mismos

la gravedad de los afectos, el corazón humano...

Carmela dijo...

No lo conocía. Es increíble la cantidad de corazones, a cual más hermoso, que pinto.
Un beso, Say

Say dijo...

stalker,
por eso me gusta tanto Jim Dine,sus dibujos y pinturas son tan sencillos y vivos como los que dibujábamos en nuestra infancia con tanto esmero y pasión, en cuadernos, libretas, libros, hojas, cuartillas, puertas, paredes, muros, árboles, corazones y corazones siempre y siempre,

imágenes que nos abrigan en esa caída lenta, hacia el centro de nosotros mismos, hacia lo más frágil, inocente y vulnerable,

la gravedad de los afectos, ay! ese corazón humano nuestro...


Say dijo...

Carmela,
¿verdad que son bonitos?

tantos corazones, a cuál más hermoso...