domingo, 27 de enero de 2013

Niños viendo un teatro de títeres







 Alfred Eisenstaedt, "The Parisian", Parc de Montsouris, París, 1963 

4 comentarios:

Carmela dijo...


Fui internet a indagar y los títeres debieron ser increíbles para causar ese efecto en los niños, y las tomas de sus caritas increíbles tambien.
Su foto del beso, es muy conocida, pero de Alfred E. me encantan sobre todo las fotos que tiene de Norma Jeane, y de Katerine Heprbun, son fotos que las captan tal cuales....

Un beso, Say

Say dijo...

de pequeña el teatro de títeres me producía tanto impacto como a estos niños :)

de mayor me parece muy bonito toda la gente que se dedica a este mundo de los títeres y marionetas,

recuerdo que antes, hace muchos años, por el barrio del Born en Barcelona, había un teatro muy pequeño, muy pequeño, llamado Teatre Malic, donde sólo se representaban espectáculos de marionetas, en la universidad, lo que más nos gustaba era fugarnos las clases para ir al cine, o callejear por ahí, una tarde que habíamos descubierto este lugar, fuimos al teatro Malic, y ocurrieron cosas tan hermosas que siempre esto va unido a este tipo de vivencias...

ah, creo que ese efecto en los niños es producido en el momento en que el dragón muere a manos de San Jorge...


de Alfred Eisenstaedt, me gusta mucho también la fotografía, Librarian assisting two elderly women at information desk at New York Public Library, September, 1944, y otras más que hizo en la New York Public Library, para mí, en muchas de las menos conocidas encuentro mucho significado...

un beso Carmela!

stalker dijo...

maravilloso asombro indeleble en los rostros de los niños...

me recordó a los niños de ojos abiertos de "El espíritu de la colmena"...

¿podremos conservar siempre esa mirada? creo que sí!

Say dijo...

es verdad, stalker! "El espíritu de la colmena",

con las dos niñas embelesadas, siguiendo atentamente aquella proyección de “El doctor Frankenstein”...luego las preguntas sobre el monstruo...la imaginación como realidad poderosa de la pequeña Ana, su amor por el monstruo...

la mejor película de Víctor Erice!

mira, me gusta lo que explica sobre el título:

"El título, en realidad, no me pertenece. Está extraído de un libro, en mi opinión, el más hermoso que se ha escrito nunca sobre la vida de las abejas, y del que es autor el gran poeta y dramaturgo Maurice Maeterlinck. En esa obra, Maeterlinck utiliza la expresión El espíritu de la colmena para describir ese espíritu todopoderoso, enigmático y paradójico al que las abejas parecen obedecer, y que la razón de los hombres jamás ha llegado a comprender".

stalker,
la infancia con todos sus terrores y con todos sus descubrimientos permanecerá siempre hasta el final de nuestro territorio vital...

creo que esa mirada es la única que existe realmente dentro de nosotros!