domingo, 18 de noviembre de 2012



"Por momentos su nombre venía a mis labios en extrañas plegarias y súplicas, que ni yo mismo entendía. Mis ojos estaban llenos de lágrimas a menudo (no sabría decir por qué) y, a veces un diluvio de mi corazón parecía que se vertía en mi pecho. Pensé poco del futuro. Yo no sabía si llegaría a hablar con ella o no, o si le hablaba, cómo podría decirle de mi confusa adoración. Pero mi cuerpo era como un arpa y sus palabras y sus gestos eran como dedos recorriendo las cuerdas. " 

James Joyce, Arabia
Imagen, Cristina Coral

2 comentarios:

Carmela dijo...

Ayer lo leí, hoy lo vuelvo a leer y releer...la foto, el texto, esa frase final "Pero mi cuerpo era como un arpa y sus palabras y sus gestos eran como dedos recorriendo las cuerdas".....que podría añadir o decir a esta entrada que expresara lo que siento con ella....nada, cualquier cosa que dijera no reflejaría lo que siento......solo decirte que a veces alguien escribe de forma maravillosa sensaciones que una misma siente o ha sentido y al leerlas solo puede decir, si.
Un beso, Say

Say dijo...

Carmela,
es así, a veces, el contenido de un fragmento condensa todas las emociones que sentimos en ese momento.

ocurre a veces también cuando vemos una película y de toda ella, es una sola secuencia o plano el que nos paraliza...


ocurre cuando leemos a veces lo que expresa Rilke en su Malte Laurids,

“A menudo se inclina hacia atrás y cierra los ojos sobre una línea que ha estado leyendo otra vez, y su significado se extiende a través de su sangre”. Rilke, Los cuadernos de Malte Laurids Brigge

un beso Carmela