martes, 20 de noviembre de 2012

Hermosos inadaptados



“y en la plaza de la aldea, el niño hizo girar sus brazos, comprendido por todas las veletas y  gallos de campanariobajo el deslumbrante aguacero” Rimbaud, Después del Diluvio, Iluminaciones






“Este ídolo, de ojos negros y crin amarilla, sin padres ni reino, más noble que la fábula, mejicano y flamenco; su dominio, azur y verdor insolentes, se extiende por playas nombradas,  olas sin navíos, con nombres ferozmente griegos, eslavos, célticos.” A. Rimbaud, Infancia I, en Iluminaciones 

Imagen,Stefan Zsaitsits 

6 comentarios:

Angi La Fiera dijo...

Hermosa imagen la del niño en la plaza, el mundo no deja de ser cruel pero al menos tiene belleza. Gracias.

Darío dijo...

Rimbaud me hizo amar la poesía. Sigo pensando que fue el más hermoso de los niños perversos. Un abrazo.

Anónimo dijo...

te felicito por el ensamblaje perfecto de palabra e imagen que conmueve y extasía.

un saludo, rama.

Say dijo...

Angi,
es cierto, un mundo peligroso, violento, y a la vez terriblemente vivo de impresionante belleza...

gracias a ti,
un beso

Say dijo...

Darío,
Rimbaud aún no ha sido superado. yo también sigo pensando que fue y ES el más hermoso de los niños perversos...

un abrazo

Say dijo...

rama,

gracias por tus palabras,

un saludo