sábado, 3 de noviembre de 2012



Documental “Sí, ya me acuerdo…, realizado por su mujer Anna María Tato en 1997, durante el rodaje de “Viaje al principio del mundo” de Manoel de Oliveira. Yo recuerdo comienza con la silueta del actor de perfil recortada contra un fondo blanco, su voz en off...

“Recuerdo, sí…recuerdo un gran árbol de nísperos…
recuerdo mi sorpresa y mi encanto al observar los rascacielos de Nueva York en el atardecer desde Park Avenue…
recuerdo una cazuelita de aluminio sin asas, en ella freía huevos mi madre…
recuerdo un enorme tocadiscos…y la voz de Rabagliati cantando: "E tic e tac cos´è che batte è l´orologio del cuor". y un tic tac, ¿qué es ese tic tac?, el reloj del corazón…
recuerdo a Clark Gable muy joven, en blanco y negro, de espaldas, luego se vuelve y sonríe...así, un tunante irresistiblemente simpático  ¿qué película era? quizá “Suceció una noche”, 
recuerdo el taller de mi abuelo y de mi padre, mi abuelo haciendo una silla…recuerdo el olor de la madera, el olor de la madera...
recuerdo los uniformes alemanes.  recuerdo a los refugiados...
recuerdo que en una ocasión soñé que vivía en un dirigible, o quizás era una astronave, 
recuerdo a H.G.Welles, a Simenon, a Ray Bradbury, 
recuerdo que Fellini me llamaba Snaporaz, 
recuerdo las ilustraciones en color de La Domenica del Corriere,  y también Flash Gordon...
recuerdo la primera vez que fui de campamento... 
recuerdo a Chejov, especialmente al teniente Solioni de Las Tres Hermanas que dice pió, pió, pió, pió, 
recuerdo la primera vez que vi las montañas y la nieve y la emoción que sentí, 
recuerdo la música de Polvo de Estrellas, fue antes de la guerra, solía bailar con una chica que llevaba un vestido de flores, 
recuerdo los caballos del viejo anuncio de cerveza Peroni, recuerdo perfectamente el sabor y el aroma de la sopa de garbanzos…
recuerdo que jugábamos a la tómbola en la noche de navidad. 
recuerdo el terrible zumbido de los Liberators, los aviones norteamericanos del primer bombardeo sobre Roma,
recuerdo la agilidad tan elegante de Fred Astaire, 
recuerdo la primera vez que el hombre pisó la luna al ralentí. pero, ¿dónde estaba yo?, 
recuerdo que fui por primera vez al cine en Turín. vi "Ben Hur", con Ramón Novarro. tenía seis años, 
recuerdo París cuando nació mi hija Chiara, 
recuerdo las croquetas de arroz, no se podían comprar todos los días, costaban 40 céntimos, 
recuerdo mi primer sombrero de hombre, era un modelo Saratoga, 
recuerdo las películas cómicas de Charlot, 
recuerdo a mi hermano Ruggero
recuerdo que Cicerón nació en el año 106 A.C., es decir, 2.122 años antes que yo, pero a dos pasos de mi casa, en Arpino, mi abuelo se sentía orgulloso de ello, "Vitam regit fortuna, non sapientia", me decía, citando al ilustre conciudadano, luego dejaba escapar un suspiro y añadía: "Pues sí, la fortuna es la que dirige la vida, no la sabiduría.", 
recuerdo un atardecer de verano con olor a lluvia, 
recuerdo las aventuras de Ulises... 
recuerdo a Classius Clay,llamado La Lengua, en Nueva York, enfrentándose a Frazer. 
recuerdo el pelo canoso del arquitecto Ridolfi, mi profesor de diseño arquitectónico, 
los primeros dibujos de mi hija Bárbara, 
recuerdo mi primer cigarrillo, estaba hecho de fibra de mazorca, 
recuerdo las manos de mi tío Umberto, manos fuertes como tenazas, manos de escultor… 
recuerdo el silencio que se hizo en el restaurante Chez Maxim´s cuando apareció Gary Cooper vestido con un esmoquin blanco,
recuerdo una pequeña estación y el ruido de los trenes., recuerdo a la cajera del bar de la estación, la caja hacía: ¡clin,clin,clin,clin!¡cobrado! 
recuerdo a Marilyn Monroe, el primer automóvil que tuve, lo recuerdo, era un Topolino modelo camioneta, 
recuerdo las luciérnagas, ahora ya no se ven, 
recuerdo la nieve que cubría la Plaza Roja de Moscú, 
recuerdo un sueño en el que alguien me dice que me lleve los recuerdos de casa de mis padres...
recuerdo un viaje en tren durante la guerra, el tren entraba en un túnel y la oscuridad se hacía absoluta, luego en el silencio una mujer desconocida me besó en la boca, 
recuerdo a los kurdos marchando en un éxodo bíblico, recuerdo que no debo olvidar la violencia de tantas imágenes absolutamente violentas…
recuerdo también la sensación de silencio y de luz suspendidos sobre la ciudad de Jerusalén como un halo místico. 
recuerdo el deseo de ver qué será de este mundo, qué sucederá en el año 2.000, y de estar allí y recordarlo todo como un viejo elefante, sí, porque, lo recuerdo ¡siempre he sido muy curioso! 
y hasta recuerdo cuando íbamos a cazar lagartijas. ¡mi tirachinas! 
recuerdo mi primera noche de amor…

10 comentarios:

çç dijo...

Recuerdo a un Marcello alimentando la imaginación de un niño y guiñándole el ojo más allá del papel a representar.

Say, un beso. Qué lindo verte de vuelta en Casa.

Say dijo...

hola cc,
es hermoso Marcello!

es todas sus películas está ese Marcello al que te refieres, es su ternura y su inteligencia...

también me alegra verte por aquí!

un beso cc

Unknown dijo...

me ha guastado la lista y me ha tentado a hacer lo mismo.

voy a buscar mis recuerdos, voy a listarlos y me permitire cinco minutos de pasado.

Luego olvidaré los hice, estuve, fui y los sustituiré por los gloriosos haré, estaré e iré.

Say dijo...

jorge maravillas,
ha sido delicioso escuchar a Mastroianni en su intensa y cálida voz, verlo sonreir y reir casi todo el tiempo, mientras traía de la memoria sus recuerdos...

la meditación del tiempo, el juego de los recuerdos conjugados con el presente son hermosas proyecciones al futuro, así que como bien dices, después de los emocionantes recuerdos, a continuación siempre vienen los nuevos anhelos "los gloriosos haré, estaré, iré"....

Carmela dijo...

Recuerdo los buenos momentos que él me produjo...
Y me provocas tú pensar en que deberíamos dedicar más tiempo a recordar los recuerdos, a darles su tiempo y lugar, el que merecen por mérito propio y por ser parte de lo que somos,.....indiscutiblemente parte importante. cre que olvidamos demasiado pronto que todo lo que almacenamos en nuestra cabezita, somos. Para ir debemos recordar de donde venimos y qué traemos. A veces el problema es cuando llego aun punto muerto, oscuro, que no me permite ir más allá, pero estoy segura que más allá del desconcierto y el miedo que suavemente pero tenazmente provoca, está gran parte del porqué. Siempre he creido que somos sobre todo lo que fuimos al principio, en los primeros años y envidio a quien puede llegar hasta esos momentos y verse. Crearse desde un punto esconde huecos insalvables. Pero quizás la magia esté en no quedarse parado por ello. Perder el miedo a los no-recuerdos es tambien recordar, no? .
Bien por marcelo, y bien por tus cuestiones dejadas en el aire Say....
Un beso

Say dijo...

Carmela,
lo bueno que él te produjo está en ti...las experiencias son la materia de nuestra vida.

por qué olvidarlas?. están incriptas en nuestro cuerpo y en nuestro corazón.

qué preciosas reflexiones haces, Carmela. todo me gusta.

"Para ir debemos recordar de donde venimos y qué traemos."

y claro! no podemos quedarnos paradas en un punto.

pero creo que eso no es posible. todo es impulso!

los recuerdos son a veces un bálsamo.

“Pero entonces el recuerdo descendía hasta mí como un socorro llegado de lo alto para sacarme de la nada, porque yo solo nunca hubiera podido salir.” Marcel Proust, Por el camino de Swan

y William Faulkner en “Las Palmeras Salvajes”, “No es que pueda vivir, es que quiero. Es que yo quiero. La vieja carne al fin, por vieja que sea. Porque si la memoria existiera fuera de la carne no sería memoria porque no sabría de qué se acuerda y así cuando ella dejó de ser, la mitad de la memoria dejó de ser y si yo dejara de ser todo el recuerdo dejaría de ser. Sí, pensó. Entre la pena y la nada elijo la pena.”

un beso!

anamaría hurtado dijo...

Querida Say, qué alegría volver a encontrarte!!!!
y contigo has traído a Marcello. Sus recuerdos entretejen los hilos con los nuestros, el mismo Marcello es un recuerdo de todos, su tierna belleza, la inteligencia y la elegancia, la conmoción que causaba, sus personajes ya inolvidables, que se han hecho parte de mi vida. La vida se nos va hilando con recuerdos similares, de atardeceres, algún color en el cielo, algunas palabras incrustadas en la piel y en el corazón. La humanidad de todos se mira en esos recuerdos, las luciérnagas, que todavía se me aparecen en los parques, la primera noche de amor...y quizá recuerdo que yo fui esa mujer desconocida que beso a Marcello en la silenciosa oscuridad de un tunel...

Gracias Say por volver y por esta delicada y entrañable entrada

Besos

Say dijo...

ana,
y no sabes la alegría que es para mí tenerte aquí.

y también que estos recuerdos de Marcello produzcan en ti la misma emoción que han producido en mí. es una alegría para el corazón su evocadora y tiernísima forma de contarlos, e irremediablemente nuestros recuerdos se entretejen con los suyos...

Mastroianni es tan personal,su commovedora belleza, su inteligencia y la elegancia. todos sus personajes para siempre parte de nosotras, inolvidables!! cuando estamos con él en sus películas nuestra vida exalta lo más hermoso y lo más profundo de nuestra fragilidad.

ana! que precioso lo de las luciérnagas!, que todavía se te aparecen en los parques!

...querida ana, yo sé que tú eras aquella mujer desconocida que beso a Marcello en la silenciosa oscuridad de un túnel...

gracias a ti...

un beso

pepe sopero dijo...

querida say...cuántos días! andaba trasteando por ahí y llego -como hago de vez en cuando- a tu bitácora y leo tu hermosa entrada de marcello...io mi ricordo.

por aquí cerca está el librito, cuaderno de notas de marcello y guión del documental que mencionas. lo he vuelto a abrir y releo esa retahíla increíble de la memoria y de la vida.

gracias por traerlo. y por hacerme recordar. ví una vez a marcello del brazo de su hija chiara, en venecia, un invierno de hace nosécuanto. iba camuflado tras unas rayban oscuras, sombrero, abrigo de cuello vuelto y aún así pude ver la cara de un hombre cansado. pero esa mirada intensa seguía ahí.

al rato, encontré en el suelo una cadenita de oro. todo en el mismo día. "la vida del hombre la rige la fortuna". esa fué mi fortuna aquel día.

besos, y hasta pronto.
pepe

Say dijo...

querido pepe,
qué alegría verte, y es verdad, cuantos días!

yo también, cuando trasteo por aquí, siempre voy a mis sitios necesarios, imposible no pasar por los soperos, os leo y estoy siempre sabiendo por dónde andáis:)

ah,marcello...io mi ricordo...en poco tiempo he visto dos veces el documental. me gusta tanto. de vez en cuando veo sus películas y es deleite y emoción!

pepe!, que maravillosa tu vivencia en aquel invierno en venecia. qué regalo de la vida. ver a marcello caminando del brazo de su hija. con su sombrero, sus gafas oscuras, y el abrigo de cuello vuelto, siempre elegante hasta el final, y sí, aunque cansado, su mirada intensa en sus ojos oscuros seguía ahí.

y la cadenita!, seguro que no la has perdido y de vez en cuando irás a la cajita donde la guardas y al mirarla sonreirás de gozo y de alegría por los recuerdos que guarda. porque estas pequeñas cosas que el azar y la fortuna nos pone delante, se convierten en bellos talismanes llenos de belleza y de vida.

gracias a ti pepe, por traer esta preciosa historia de tu encuentro con marcello.

un beso,

y hasta pronto.