lunes, 13 de mayo de 2013

Ensayo sobre la propia vida


hemos hablado como si fuera una charla sobre sexo. y luego, casi como si estuviera rezando, sobre misericordias, magulladuras, fugas histéricas, o de una especie de aurora en las calles negras. tuve que lamer mis dedos por cada secreto que despega de mí. el césped recorriéndome en una fractura frágil mientras las canciones que suenan son como los nombres de las flores, dulce Louise, princesa de China, el sol saldrá. como cuando ayer, en el parque, después del almuerzo, entre el sol y la sombra, la piedra se estaba convirtiendo en estrella dentro de mí. en el parque hay niños y la señora de O, que por supuesto es perfecta, cuidadosamente llena mi bolsa de tela con naranja y amarillo, y pétalos de flores, mientras dos mujeres se balancean en el columpio y discuten por qué es todo tan difícil a veces, especialmente con los hombres que han amado, el niño lanza grava a los insectos y luego quiere jugar con mi colgante de ámbar y yo le doy un pétalo a la vez de cada flor, y lo beso, que nada te pueda herir demasiado. entrecerrando los ojos las tiras de colores invisibles de las cosas las sacudimos a flotar a través de la hierba. los niños como sabemos envejecen o arden como árboles, le oía reir, mientras siento dentro de mí las ondas escalofrío por toda la superficie de un estanque. es audaz y feroz, y áspero y parece necesitar una velocidad en el amor, se agarra fuertemente a mí. y yo lo abrazo. está a punto de hacerme llorar. he oído el rumor de su latido como en una caverna llena de soledad.  regreso a casa. no hay tierra que aminore este vértigo que siento. las ramas caen sobre mi cabeza. nada mata el zumbido de la niebla, la mordedura y lo que roe, los ensayos sobre la propia vida, el instinto de supervivencia, el alardear del corazón, soy, soy, soy de Plath. mañana voy a dibujar, a dibujar y pintar, le he dicho al niño. ¿qué vas a pintar? pues voy a pintar un trébol como éste, y flores, arándanos, abejas, cielos, peces y pájaros, ¡todo!, él me ha dicho que en su escuela cada día pintan con la maestra, y que tienen un mural muy grande con todos los dibujos dentro de un arco iris. en su seriedad histórica, su detalle visionario. el ser humano iluminado por esa poca de luz es monstruosamente intenso y -lúdico. el niño me recuerda a ti. amor mío, estoy obsesionada con el azul de tus dedos manchados de pintura y cómo hacer para tocarte. alguien en este momento, sinceramente, practica en su acordeón. lo oigo en mi patio trasero. mi barrio es anacrónico a veces. el sol, la iridiscencia, la intoxicación. un círculo en alza. el instante de parpadear y perecer, parpadear y perderse para saber lo que sé, por pétalos de crisantemo, y los besos animales como una descarga eléctrica en los árboles...las rosas blancas irregulares sonrientes húmedas y sin rostro en la oscuridad, cada vez que mi esqueleto plantea el fin en la esquina de Orsay o en la colina del Sacré Coeur. desafío mi selva de zarzas. en las tundras polares. en las estepas de Mongolia, me veo corriendo sobre un caballo indómito que me acaba de enseñar a montar.

Imagen, Gary Isaacs

12 comentarios:

Darío dijo...

No sé si derretir o reventar. Extrema delicadeza para tan agreste mundo, podría ser elegancia, pero no. Quizá sólo sea esa llama fluctuante entre lo puro y lo salvaje del niño. Dícese del amo.
Un abrazo.

Say dijo...

Darío,
dícese del amor y de sentir cada sentimiento que perfora, eso puro y lo salvaje, en los pequeños gestos del niño,

cada experiencia, encuentros inesperados, despedidas, cada pequeña cosa de este mundo, multiplicada en los sentidos, algo muy intenso se establece en forma tan extraña con transformaciones profundas,

y, para liberar esa cosa ardiente dentro, escribimos y escribimos...

un fuerte abrazo

Gullveig dijo...

"...Llenos los ojos de estrellas,
en el fondo de una barca,
yo voy como una emoción
por la música del agua;
y llevo el río en los labios
y llevo el bosque en el alma..."

Nocturno. Conrado Nalé Roxlo

http://elcorazondegullveig.blogspot.se/2012/03/agua.html

Tera dijo...

A mí no me ha dado tiempo a nada más que a derretirme :-)

Darío dijo...

Del amor, eso eso.

Carmela dijo...

un trébol como éste, y flores, arándonos, abejas, cielos, peces y pájaros, ¡todo!,
y todo lo andado en tus entradas anteriores me lleva al mundo dibujado bajo el arcoiris, al lomo de ese caballo indómito y con el sabor de los dedos azules.
Te mando algo que quiero que tengas.
Un beso, Say

Stalker dijo...

Conmocionado, fascinado y atónito leo y releo...

no sé decir, y sin embargo deseo que lo pintes todo: con sus nervaduras, su intenso fuego callado, la dulzura anacrónica de los seres que se dejan ser, lo pequeño salvaje de un corazón que es tan grande como el mundo y nos abarca a todos...

con manos hundidas hasta el corazón del azul, hasta el nunca del cielo incombustible

todo lo que pintas-escribes-recreas irrumpe multiplicando sus sentidos: un aluvión incontenible, la inquietud arrolladora, la lava del volcán que gime y ahora se enfría, solidificándose en las laderas de la perplejidad

y el gozo, en la tundra el gozo; en el páramo solo, el gozo

el gozo solo en ese íntimo salvajismo de plenitud y aura y bosque amante

gracias infinitas por esto y por todo

gracias

Say dijo...

Querido Stalker,

gracias a ti siempre,

sé que mi conmoción es también la tuya, lees lo que hay bajo mi escrito, conoces esa íntima perturbación...cada huella marcada...

sé cómo sientes todo...debajo de las tormentas de luz,

me encanta la anacronía. la dulzura anacrónica se parece mucho al alma de un animal. tenemos a la naturaleza como brújula, como componente material y espiritual, sin precio y sin medida.

el alma anacrónica se deja ser con manos hundidas en el corazón azul de las cosas.

querríamos vivir en un mundo muy distinto del que el humano depredador ha construido. por eso para mí es tan necesaria la rebeldía y lo pequeño salvaje de un corazón,

y palabras tan hermosas como las tuyas, Stalker, que tan emocionantemente me acompañan en esto que siento...todo lo que toco, con el alma y el corazón, los bosques de mi alma, el mar que me acuna, todo vislumbrado por tu percepción, o como cuando cabalgo y corro y corro y gozo, a lomos de un caballo indómito en los páramos polares e infinitos de la tundra...

Say dijo...

Carmela,
gracias!! me encanta lo que me has mandado!

la paz del cielo azul inmenso con el arco iris me tiene envuelta en sus colores,

las aspas blancas del viento (esos nanotecnólogicos molinos de viento allá al fondo) son como las alas frágiles de pacíficos pájaros que han posado su vuelo, para un descanso en su larga travesía, en la lenta y suave ladera verde.

o también ¿sabes? imagino dulces animales, etéreos y extraños, parecidos a los insectos, ingenuos y muy buenos, tomando el sol y pastando tranquilamente sobre la hierba...

me sugiere paz e imaginación tu fotografía...

la sacaré por impresora y la tendré en mi pared mágica haciéndome compañía con todos mis recortes, papeles, dibujos, imágenes, tantas cosas que amo! y me dan fuerza.

un beso enorme, Carmela!!

Say dijo...

Darío,
he leído Amor, lo que tú querías poner. eres lo que yo te conozco. no podía ser otra palabra. sin darme cuenta, ni siquiera había visto que faltaba una letra! :)

Say dijo...

Tera,
gracias por tus palabras, por la exaltación, por las pequeñas epifanías compartidas y comprendidas, por estar ahí...

Say dijo...

Gullveig,
mi querida Vanina,

Conrado Nalé Roxlo me emociona tanto!

formará parte de mí para siempre!

para siempre!!

qué hermosa composición hiciste, el agua y los peces...

y me emociona tanto que un día yo lo descubriera, y en aquella entrada mía los hilos de la vida comenzaran a balancearse lenta y dulcemente hasta llegar a ti, y comenzar a conocernos en corazón y alma...

un abrazo hermosa Vanina!!

"llenos los ojos de estrellas...
yo voy como una emoción...y llevo el río en los labios y llevo el bosque en el alma..."