lunes, 1 de abril de 2013

Intimidad con la noche



He sido uno de esos que saben qué es la noche.
He salido con lluvia; y con lluvia he vuelto.
He dejado atrás la última luz de la ciudad.

He recorrido el callejón más triste.
He pasado junto al sereno de ronda
y bajado los ojos, sin ganas de explicar.

He frenado en seco, y parado el ruido de mis pasos,
cuando a lo lejos un grito interrumpido
llegaba desde otra calle por encima de las casas.

Pero no para hacerme volver ni para decirme adiós;
más aún, en una altura sobrenatural,
el reloj de un astro luminoso contra el cielo

proclama el tiempo indefinido.
He sido uno de esos que saben qué es la noche.


Robert Frost, “Acquainted with the Night"
Imagen, Anna Aden

4 comentarios:

Anónimo dijo...

un poema precioso,
rama

Stalker dijo...

me quedo rumiando estos versos... nunca supe qué es la noche... con el paso del tiempo me doy cuenta de que cada vez sé menos cosas, y que éstas son cosas muy sencillas, muy poco grandilocuentes, que tienen que ver con la ternura, cosas que podría coger con dedos ateridos en días invernales: pequeña leña para el calor mamífero, pequeña libertad al ovillarse y descansar, la caricia, el cuenco, lo que somos detrás y antes de las palabras que nos nombran...

al acercarse a un animal, a un momento de fuego compartido, siente uno la tentación de despojarse de la mente y su danza frenética, y descansar, y aprender qué es la noche, y disolverse en el color último, y compartir una vez más, antes de la extinción de la luz...

"Son extraños los males que los hombes inventan..." y es tan sencillo vivir como el élitro de un grillo rozando una flor que se abre

la noche ha de ser algo muy sencillo y que sólo hará falta sentir, abriéndose a ella...

Say dijo...

stalker,
el poema resuena en el silencio, hay algo simple y hermoso en esta rendición de estar solo en la noche, en ese sentimiento de soledad y la sensación de haber llegado cerca de sentir ese estado sobrenatural de serenidad pura...

familiarizado con la noche en el conocimiento del dolor, de los gritos interrumpidos, de algo que está roto dentro, de una imposibilidad, de un anhelo, de la lluvia y el lado oscuro...

el reloj astro luminoso proclama que el tiempo no es ni malo ni bueno, por eso muestra la indiferencia del universo ante los "extraños males que los hombres inventan..."

la noche, si nos abrimos a ella, nos mece en el sencillo sueño de vivir como " el élitro de un grillo rozando una flor que se abre"

también la noche nos cobija del trasiego y la humanidad del día...

Say dijo...

rama,
sí,es un poema precioso,

un hermoso poema de paz nocturna...