Documental “Sí, ya me acuerdo…, realizado por su
mujer Anna María Tato en 1997, durante el rodaje de “Viaje al principio del
mundo” de Manoel de Oliveira.
Yo recuerdo comienza con la silueta del actor de perfil
recortada contra un fondo blanco, su
voz en off...
“Recuerdo, sí…recuerdo un gran árbol de
nísperos…
recuerdo mi sorpresa y mi encanto al observar los rascacielos de Nueva
York en el atardecer desde Park Avenue…
recuerdo una cazuelita de aluminio sin
asas, en ella freía huevos mi madre…
recuerdo un enorme tocadiscos…y la voz de Rabagliati cantando:
"E tic e tac cos´è che
batte è l´orologio del cuor". y un tic tac, ¿qué es ese tic tac?, el reloj
del corazón…
recuerdo a Clark Gable muy joven, en blanco y negro, de espaldas, luego
se vuelve y sonríe...así, un tunante irresistiblemente simpático ¿qué película era? quizá “Suceció una noche”,
recuerdo el taller de mi abuelo y de mi
padre, mi abuelo haciendo una silla…recuerdo el olor de la madera, el olor de
la madera...
recuerdo los uniformes alemanes. recuerdo a los refugiados...
recuerdo que en una
ocasión soñé que vivía en un dirigible, o quizás era una astronave,
recuerdo a H.G.Welles, a Simenon, a Ray
Bradbury,
recuerdo que Fellini me llamaba Snaporaz,
recuerdo las ilustraciones en color de
La Domenica del Corriere,
y también Flash Gordon...
recuerdo la primera vez que
fui de campamento...
recuerdo a Chejov, especialmente al teniente Solioni
de Las Tres Hermanas que dice pió, pió, pió, pió,
recuerdo la primera vez que
vi las montañas y la nieve y la emoción que sentí,
recuerdo la música de Polvo
de Estrellas, fue antes de la guerra, solía bailar con una chica que llevaba un
vestido de flores,
recuerdo los caballos del viejo anuncio de cerveza Peroni,
recuerdo perfectamente el sabor y el aroma de la sopa de garbanzos…
recuerdo que
jugábamos a la tómbola en la noche de navidad.
recuerdo el terrible zumbido de los Liberators, los aviones
norteamericanos del primer bombardeo sobre Roma,
recuerdo la agilidad tan elegante de Fred
Astaire,
recuerdo la primera vez que el hombre pisó la luna al ralentí. pero,
¿dónde estaba yo?,
recuerdo que fui por primera vez al cine en Turín. vi "Ben Hur", con Ramón
Novarro. tenía seis años,
recuerdo París cuando nació mi hija Chiara,
recuerdo las croquetas de arroz, no se podían comprar todos los días, costaban
40 céntimos,
recuerdo mi primer sombrero de hombre, era un modelo Saratoga,
recuerdo las películas cómicas de Charlot,
recuerdo a mi hermano Ruggero,
recuerdo que Cicerón
nació en el año 106 A.C., es decir, 2.122 años antes que yo, pero a dos pasos
de mi casa, en Arpino, mi abuelo se sentía orgulloso de ello, "Vitam regit fortuna, non sapientia",
me decía, citando
al ilustre conciudadano, luego dejaba escapar un suspiro y añadía: "Pues sí, la fortuna es la que dirige
la vida, no la sabiduría.",
recuerdo un atardecer de verano con olor a
lluvia,
recuerdo las aventuras de Ulises...
recuerdo a Classius Clay,llamado La Lengua, en Nueva York,
enfrentándose a Frazer.
recuerdo el pelo canoso del arquitecto Ridolfi, mi
profesor de diseño arquitectónico,
los primeros dibujos de mi hija Bárbara,
recuerdo mi primer cigarrillo, estaba hecho de fibra de mazorca,
recuerdo las
manos de mi tío Umberto, manos fuertes como tenazas, manos de escultor…
recuerdo el silencio
que se hizo en el restaurante Chez Maxim´s cuando apareció Gary Cooper vestido
con un esmoquin blanco,
recuerdo una pequeña estación y el ruido de los trenes.,
recuerdo a la cajera del bar de la estación, la caja hacía:
¡clin,clin,clin,clin!¡cobrado!
recuerdo a Marilyn Monroe, el primer automóvil
que tuve, lo recuerdo, era un Topolino modelo camioneta,
recuerdo las luciérnagas, ahora ya no se ven,
recuerdo la nieve que cubría la Plaza Roja de Moscú,
recuerdo un sueño en el
que alguien me dice que me lleve los recuerdos de casa de mis padres...
recuerdo un viaje en
tren durante la guerra, el tren entraba en un túnel y la oscuridad se hacía
absoluta, luego en el silencio una mujer desconocida me besó en la boca,
recuerdo a los kurdos marchando en un éxodo bíblico, recuerdo que no debo
olvidar la violencia de tantas imágenes absolutamente violentas…
recuerdo también la
sensación de silencio y de luz suspendidos sobre la ciudad de Jerusalén como un
halo místico.
recuerdo el deseo de ver qué será de este mundo, qué sucederá en
el año 2.000, y de estar allí y recordarlo todo como un viejo elefante, sí, porque,
lo recuerdo ¡siempre he sido muy curioso!
y hasta recuerdo cuando íbamos a
cazar lagartijas. ¡mi tirachinas!
recuerdo mi primera noche de amor…