sábado, 9 de junio de 2012

velocidad de la luz


Un chico me dijo
que si sus patines van lo suficientemente rápido
su soledad no podrá alcanzarlo,

la mejor razón que he oído
para tratar de ser un campeón.

Esto es lo que me pregunto esta noche
mientras pedaleo duro por King William Street
si se traduce a las bicicletas.

Una victoria! Para dejar tu soledad
anhelante detrás de ti, en alguna esquina de la calle,
mientras flotan libremente, en una nube de azaleas,
repentinos pétalos de rosas, que nunca han sentido la soledad,
no importa la lentitud con la que caen.

Naomi Shihab Nye, The Rider

Imagen, Maru Sandoval

8 comentarios:

Darío dijo...

Cuánta luminosidad en un poema tan simple y sin pretensiones excesivas!
Un abrazo.

Say dijo...

a veces un poema con pretensiones de querer ser tanto para demostrar. el que escribe conscientemente con pretensiones de trascender, como si fuese de la palabra de Dios, lo deja inerte, sin vida...

“Un escritor es querido y necesario para nosotros sólo en la medida de la que nos revela el funcionamiento interno de su alma”- León Tolstoi

pienso eso. me gusta el poema, sea como sea, que dice mucho de la persona que lo escribe. las corrientes filosóficas generales de trascendencia y búsquedas de eternidad, esas que hablan sobre el ser y la nada, por la pena de no ser eterno, ya las tenemos en los libros super-explicadas, y me resultan ya cansinas para mí.

prefiero que me hablen de la vida.

del tormento, de la rabia, de la angustia o de la alegría, pero que me hablen de la vida...

me gusta ver la visión de cada persona, verla en sus códigos, signos, palabras, lenguaje...

Un abrazo!

çç dijo...

Aquello que necesita de explicación, lastrar la sensación con bridas en la epidermis callando el ritmo… es como rehuir el concepto de infinitud. Tal vez por eso sea que intento escribir y mi gata (hace una semana que no estamos juntos) se aovilla en mi regazo impidiendo escribir dos frases seguidas sin acariciarla, quitar sus fardos de pelos que vuelan por la habitación y al final no hay hueco que no esté acolchado, tapado. Mullirse en ese hueco es entrar en el poema. Es ver el tránsito de venus acomodando la retina al esplendor solar hasta cegar el sentido aquel, que nos pedían los parásitos psíquicos. En cambio, sentir el signo, la pre-tensión…
Un saludo y abrazos..

Say dijo...

no se sabe qué dulce misterio y suavidad nos traen los gatos.algún alma escondida queriéndonos mucho.

yo también estuve un tiempo sin tenerlo cerca y no podía dejar de sentir en mi recuerdo sus roces, sus acercamientos, sus abrazos, su cariño. yo estaba muy sola.

como dices, acariciar a un animal, "mullirse en ese hueco es entrar en el poema". es ver. sentir y amar el esplendor de sus vidas inocentes. ellos nos curan de esos "parásitos psíquicos".

escribir.

y escribir sin explicaciones. en el ritmo. en las ondulaciones. en las sombras. en los sueños. en el miedo. en el amor. escribir.

sentir la inquietud, el signo...

un abrazo cc

EG dijo...

Qué belleza mas sabio o qué sabia belleza...no lo sé. Pero tienen grandes méritos el traductor, porque ha dejado un poema suave y profundo. PRECIOSO SAY

Say dijo...

emma,
es una traducción mía,

tal como yo siento que quizás la autora quería transmitir con el poema,

en español creo que no hay ningún libro ni poema traducido de Naomi Shihab.

me encantó The Rider, y desde mi poco entendimiento del inglés lo traduje para traerlo aquí.

cuánto me alegra que te haya gustado!!!

un BESO querida emma

Tera dijo...

Pues, Say, he venido a leer este poema muchas veces, porque a mi bicicleta azul le gusta mirarse en él desde el balcón, y también me preguntaba quién había hecho la traducción porque me sonaba tan auténtica...

Diría que, al traducir, el entendimiento de lo que hay por debajo del idioma es más importante que el conocimiento del idioma... Y lo mismo con nuestra propia lengua... creo, creo...

Say dijo...

ah, Tera,
por eso la constelación-bicicleta se iluminaba con ese azul glorioso de los balcones...

y sí. pienso como tú. al traducir,el entendimiento de lo que hay por debajo del idioma es más importante que el conocimiento del idioma. es por debajo de las palabras, o al abrirlas, cuando encontramos el mensaje. más que si nos quedamos con lo que fríamente un idioma con sus reglas pueda expresar...

subterráneamente se dice más que lo que está escrito. en nuestra propia lengua ocurre igual...

la intuición, la escucha atenta de esa escritura es la que nos dirá quién y qué nos intenta decir...

escribimos como el amor...


"Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa" Alejandra Pizarnik