Cometa Halley
La señorita Murphy en el primer
grado
escribió su nombre con tiza
en la pizarra y nos dijo
que estaba rugiendo desde las trayectorias de las tormentas
de la Vía Láctea a una velocidad espantosa
y que si se alejaba de su curso
se estrellaría contra la tierra y
no habría escuela mañana.
Un predicador de barba roja de las colinas
con una mirada salvaje en sus ojos
estaba en la plaza pública
en el borde del parque
proclamando que él era el enviado por Dios
para salvar a cada uno de nosotros,
incluso a los niños pequeños.
"Arrepentíos, pecadores!" -gritó,
agitando su cartel escrito a mano.
Durante la cena me sentí triste al pensar
que probablemente era
la última comida que podría compartir
con mi madre y mis hermanas,
pero me sentía tan excitado
que apenas he tocado mi plato.
Así que la madre me regañó
y me envió temprano a mi habitación.
Toda la familia está durmiendo,
excepto yo. Ellas no me han oído
en la pizarra y nos dijo
que estaba rugiendo desde las trayectorias de las tormentas
de la Vía Láctea a una velocidad espantosa
y que si se alejaba de su curso
se estrellaría contra la tierra y
no habría escuela mañana.
Un predicador de barba roja de las colinas
con una mirada salvaje en sus ojos
estaba en la plaza pública
en el borde del parque
proclamando que él era el enviado por Dios
para salvar a cada uno de nosotros,
incluso a los niños pequeños.
"Arrepentíos, pecadores!" -gritó,
agitando su cartel escrito a mano.
Durante la cena me sentí triste al pensar
que probablemente era
la última comida que podría compartir
con mi madre y mis hermanas,
pero me sentía tan excitado
que apenas he tocado mi plato.
Así que la madre me regañó
y me envió temprano a mi habitación.
Toda la familia está durmiendo,
excepto yo. Ellas no me han oído
cruzar el pasillo y subir
la escalera hacia el aire fresco de
la noche.
Mírame, padre, en el techo
del edificio de ladrillo rojo,
al pie de Green Street-
que es donde vivimos, ya sabes, en
la planta superior.
Soy el chico de la bata de franela
blanca
tendido en esta cama de grava gruesa
buscando en el cielo estrellado,
esperando el fin del mundo.
Stanley Kunitz, Halley's Comet
Imagen, Alighiero Boetti
10 comentarios:
recuerdo cuando el cometa Halley nos visitó en 1986
el niño que yo era (el niño que incesantemente he seguido siendo) no pensó en el fin del mundo
pensó que el cometa era una especie de regalo, un enigma que mentes remotas nos ofrecían para que lo descifráramos
un enigma, una ígnea rosa blanca, quizá una ternura sideral, derramada a través de las constelaciones, perfilada contra el firmamento insonsable
(lo insondable como reflejo de esos abismos que apenas rozamos: el "alma")
volverá en 2061. el mundo será otro, pero otros niños sentirán idéntico asombro. remotos niños que intentarán resolver el enigma y el regalo cósmico
la ternura, sospecho, será la misma
El miedo, esa cadena fuerte que nos mantiene "adoctrinados"...
Impresionante tanto el contenido como la forma, ese prosaísmo lírico que no rechina en ningún momento.
stalker,
me gusta mucho como Kunitz de forma tan dulcemente progresiva nos lleva hacia ese momento trascendental en que aquel niño al paso del cometa Halley vivió ese enigma, ese insondable misterio...su último día sobre la tierra:). es una sensación hermosa la que he tenido al leer el poema, una ternura inmensa por el reconocimiento de nuestra propia infancia y de cómo nosotros de niños vivimos, en nuestra ingenuidad, alguna cosa parecida llenos de fantasía sideral:)
ah, stalker, también yo lo recuerdo, cuando el cometa Halley nos visitó en 1986, yo tampoco pensé en el fin del mundo, pensé en algo muy hermoso que estaba sucediendo, montándome mi propia película de mundos galácticos y astrales.
"el niño que yo era (el niño que incesantemente he seguido siendo)"
la misma ternura y la misma sensación de seguir soñando e imaginar siempre hasta que seamos viejos!
Joven,
de niños cuántas imágenes y cuántas fantasías en nuestra mente, vividas como si fueran reales y que nos dejaban paralizados de miedo!:))
S.M,
me ha pasado lo mismo que a ti. me emociona y me encanta el modo en que el autor narra su recuerdo en el poema.
el poema me ha conmovido hasta la propia niña que sigo siendo, ese lento subir desde la pizarra hasta el techo y la grava. la inocencia en la franela blanca derrama otro poema-cola-de-cometa. Me estremece ese niño que todos somos que conversa con el abismo y le llama padre.
besos conmovidos, gracias por tanta belleza que buscas, encuentras y compartes con tus manos generosas
anamarìa
ana,
cuántas veces no hemos podido dormir, tengo un latido del corazón y el pensamiento...y después de la cena en la noche subimos a los terrados de grava para mirar al cielo estrellado, envueltas en un chal o rebecas grandes, como niñas en la inocencia en el borde entre la tierra y el cielo...
yo también me he visto en el poema, en el aula, en la pizarra, en no poder probar bocado en la cena, en las escapadas en la noche hacia la azotea, en hablar al cielo...
anamaría poema-cola-de-cometa tus palabras, y compartida tanta emoción del poema de Kunitz
un beso en vuelo de estrellas y toda su luz como estelas, las alas en el cielo de la noche
no es el cometa Halley pero también pasó cerca... :-)
http://www.planetacurioso.com/2012/05/07/la-super-luna-del-2012-12-fotos/
Tera,
impresionantes imágenes las de la superluna!
la noche del sábado la vi, sentí su influjo, y como si le pudiéramos preguntar, le pregunté, y después escuché sus maravillosas respuestas,
alumbró mi noche, y le grité en un susurro lo que sentía, y sé que envió mis mensajes a una persona especial.
la luna es así de mágica...tan emocionante, magnética y sobrecogedora como el cometa Halley!
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