"En mi corazón arruinado, tu rugido despierta la agonía, lo mismo que en las catedrales cuando el órgano da gemidos y de las profundidades escucho que estoy condenado."Charles Baudelaire
Imagen, fragmento Gregory Crewdson
"Así es como sobreviven los agotados" John Berger


La sangre son los corales rojos del mar. y las heridas abiertas sin curación. en la inmersión profunda se ven. .. afloran todas las ramas del cuerpo al hacer el amor cuando menstruamos. haremos lo que en la noche hacemos sin descanso, librarnos y librarnos de todo género humano. la alquimia está en tus manos y en mi boca. en mi vientre pubis siento lo que arde en la vida. que tus manos no paren, habitación tras habitación, si un pájaro pierde estas alas, morirá. si cae entre la nieve que no se deshiela en mi cabeza. si en esta ciudad siempre me pierdo, no hay dónde verte, dónde ir, dónde guarecerse. el tacto. si te surmegieras donde yo me sumerjo. si continuamente cometiéramos el delito de ser amantes y de renunciar a eso que ellos ofrecen. sin embargo la soledad propagándose como la pólvora. escucho la música de dos cuerpos entrelazados. los sonidos, el sabor, la ferocidad agresiva, el poderoso estallido… y qué detiene todo eso?. confía en los corazones angustiados . no querrán nada. sólo un poco de enloquecido amor…cuando recibo la luz del sol me convierto en piedra.Imagen, Javiy "West Underwater"
"Haber escrito algo que te deja como un fusil disparado, que aún se sacude y humea, haberte vaciado por entero de ti mismo, pues no sólo has descargado lo que sabes de ti mismo sino también lo que sospechas y supones, así como tus estremecimientos, tus fantasmas, tu vida inconsciente; y haberlo hecho con sostenida fatiga y tensión, con constante cautela, temblores, repentinos descubrimientos y fracasos, haberlo hecho de modo que toda la vida se concentrara en ese punto dado, y advertir que todo ello es como si no existiera si no lo acoge y le da calor un signo humano, una palabra, una presencia; y morir de frío, hablar en el desierto, estar solo noche y día como un muerto." Cesare Pavese
Imagen, Maggie Taylor
Nunca voy a olvidar la arena donde clavamos nuestros cuerpos, nos pusimos a buscar y ya sabíamos que nuestra ruta no nos saldría gratis, no olvidaré el lugar donde quedaron nuestra sangre y el rugido, la fiereza entró para siempre en nuestras venas. el desafío de las niñas ante los golpes. que tú me quisieras proteger a mí y que yo me pusiese como escudo para protegerte a ti, aquel gigante no pudo con nosotras, sólo me reventó el último diente de leche, y me caía sangre por la comisura de los labios. pero en mi oído escuchaba tu preciosa voz temblando. nuestro destino parido allí mismo. tus dedos llenos de sangre que yo me puse a chupar. nos habíamos quedado solas, con el ultimátum, nosotras ya sin miedo, comprendimos que desde ese momento comenzaba nuestro verdadero camino, porque los deseos de amarse no pueden ser apagados. supimos que el mundo sería para nosotras una cárcel con muchos carceleros. pero aquellos golpes nos metieron en las entrañas selvas, olas, pájaros alzando el vuelo…y la sensación todavía sin nombre de la libertad animal. en todos los túneles donde a veces tengo que bajar para seguir cruzando la vida, miro al fondo y siento a aquellas dos niñas dentro de mí…
"Sentir como si nos presionaran el pecho, y un dolor cavernoso, como si alguien llamara con un puño, en la bóveda del estómago. El minutero del reloj parece haberse congelado. Todo proceso vital se detiene, no se oye un trino de pájaro ni un motor de automóvil. El mundo parece detenerse. Reina el silencio, pero el pulso palpita como un ciervo asustado. Está sentada ante la ventana, concentrada en cada movimiento que ocurre en la calle, fijándose en cada rostro que se parece al de la amada. Un viejo proverbio chino advierte: no debes confundirte y creer que los latidos de tu corazón son cascos de caballos que se acercan." Diane Ackerman, Una historia natural del amor.
Imagen, Camilla Akrans
He estado esperando por ti. en días difíciles. una conversación. no quiero tener este vacío. hazme lo que quieras como aquella noche, la primera vez. yo te enseñaba palabras nuevas, susurrándote al oído. tu estremecimiento. y después la suavidad del reposo. salimos del mundo mágico, mi mano apretabas con fuerza para decirme…”ya no podré vivir sin ti”, yo notaba el anillo de plata clavándose en mis dedos, y claro que tenía miedo. nuestro alcance, el amor. y el deseo, cuando vuelves tu cara para buscar mis labios, y yo presa de ti…ansia de que no acabe la noche. lo constante. el estallido y tu respiración entran en mi corazón salvaje… Imagen, Camilla Akrans
Durante el turno de noche, algo está llegando a su fin, un mapa de destinos, y una derrota brillando como metal, el mismo que tendrá que rasgar las tinieblas, yo quería vivir, qué será la realidad cuando todo se pierde? En esta ruta todos los viajeros son pobres. y los insectos se ponen en fila para acompañar, cálidas mejillas besadas, y las palabras son como los silencios entre beso y beso. para nosotras que amamos hasta la extenuación, que amamos el rugido de la fiera, que tenemos en el corazón audacias sin sentido, sentimos que quizá ya no hay nada que esperar… pero todo sigue quemando, y vivimos como si empezásemos a salir a la vida por primera vez. cuando la veo entrar por las mañanas en el ascensor de atrás, el que dá a la fábrica, con las ojeras azules y los ojos brillantes pienso, las dos venimos de la oscuridad, en silencio, el silencio que oculta la herida, en un altar ficticio dejamos la ofrenda y salimos llenas de desesperación, no tendremos descanso, sólo batallas intensas que batir contra nosotras mismas. recuerdo las amistades perdidas por motivos clasistas, sus monedas brillan en la soledad de un mundo de coronas falsas, mi mundo es un camino hacia tu determinación, cuando por las mañanas ella me mira, un estremecimiento de sensualidad me cruza el cuerpo, y pienso en ti, he conocido a una extraña silenciosa como tú y como yo, y es hermosa… Imagen, Ryan McGinley