Mary
Badham y Gregory Peck en el rodaje de Matar a un ruiseñor, de Robert
Mulligan, 1962. Los dos se mantuvieron en contacto después de la
filmación, y ella continuó llamándolo Atticus hasta el día de su muerte.
yo recuerdo que lo leí con 10 o quizá también tendría 11 años ya. era durante las vacaciones de verano, cuando íbamos a pasar esa larga y maravillosa época en la casa del sur, en Granada, recuerdo que cada tarde esperaba con ansía después de comer, a la siesta de los demás, para encerrarme en mi habitación y leer y leer. en aquellas secretas y hermosas tardes de lectura, ya desde los 8 o 9 años descubrí mundos inquietantes y fantásticos, aprovechaba para leer ávidamente todo lo que pudiera. libros y libros, colecciones antiguas que había en estanterías, en un cuarto trastero al otro lado del patio, en "las cuadras del patio" llamaban a aquellas habitaciones, había también allí enormes maletas llenas de más libros, papeles, cuadernos... aquello era un manjar para mí...en una de esas colecciones encontré, Matar un ruiseñor, recuerdo que era de la editorial Bruguera, con otros títulos de escritores norteamericanos, y demás clásicos. leía y lloraba y me limpiaba las lágrimas rápido, rápido, porque quería seguir leyendo y con las lágrimas no podía ver :))
preciosa película y preciosa relación :-)
ResponderEliminary preciosa escritora Harper Lee, que escribió el maravilloso libro para que todo esto sucediera,
ResponderEliminar:)
¿sabes que fue el primer libro que me compré yo sola? fui sola a una librería y lo compré. tenía 11 años. me encantó.
ResponderEliminaryo recuerdo que lo leí con 10 o quizá también tendría 11 años ya. era durante las vacaciones de verano, cuando íbamos a pasar esa larga y maravillosa época en la casa del sur, en Granada, recuerdo que cada tarde esperaba con ansía después de comer, a la siesta de los demás, para encerrarme en mi habitación y leer y leer. en aquellas secretas y hermosas tardes de lectura, ya desde los 8 o 9 años descubrí mundos inquietantes y fantásticos, aprovechaba para leer ávidamente todo lo que pudiera. libros y libros, colecciones antiguas que había en estanterías, en un cuarto trastero al otro lado del patio, en "las cuadras del patio" llamaban a aquellas habitaciones, había también allí enormes maletas llenas de más libros, papeles, cuadernos... aquello era un manjar para mí...en una de esas colecciones encontré, Matar un ruiseñor, recuerdo que era de la editorial Bruguera, con otros títulos de escritores norteamericanos, y demás clásicos. leía y lloraba y me limpiaba las lágrimas rápido, rápido, porque quería seguir leyendo y con las lágrimas no podía ver :))
ResponderEliminaraún lo tengo, Bruguera juvenil, la colección en tonos rojos. gracias por recordármelo :-)
ResponderEliminarsíi, esa!
ResponderEliminarcuántas maravillas puede procurarte un libro!!
Bruguera, qué pena que cerrara, era buenísima, además de los libros, tenía magníficas colecciones de cómics y tebeos.
:)