“No puedo correr, he echado raíces, y la aliaga me hiere
con sus talegos amarillos, su armadura de espinas.
Si rompiera a correr, tendría que seguir corriendo para siempre.”
con sus talegos amarillos, su armadura de espinas.
Si rompiera a correr, tendría que seguir corriendo para siempre.”
Sylvia Plath
Imagen, Justin Hollar
¿No es mejor correr para siempre que echar raíces donde sólo hay dolor?
ResponderEliminarTendríamos que empezar a correr y no detenernos...
ResponderEliminarsurgirán encuentros para descansar y quedarnos en un cuerpo para amarlo...?!
Me llamo Rosa Aliaga, pero no pincho te lo prometo. Me encanta tu blog.
ResponderEliminartrilceunlugar,
ResponderEliminarRosa Aliaga...qué preciosa combinación de flores y sonidos tiene tu nombre!
Y claro! seguro que esas espinas de la rosa y la aliaga, son tan tiernas que sólo producen cálidos
roces.
Un abrazo